18 de julio de 2013 Gumiel de Izán (Burgos)
De Sos había que irse a tierras del Duero, la
primera parada era en Gumiel de Izán (Burgos) así que pusimos rumbo a Pamplona,
Vitoria, Burgos y Lerma. Gumiel de Izán está antes de llegar a Aranda de Duero.
Llegamos antes de comer y nos dimos una vuelta. Tenía un recinto fortificado
por completo del que quedan tres puertas. La plaza mayor preciosa, con soportales
de madera a un lado y casas con entramado de madera, preside la inmensa iglesia
de Santa María que en origen pudo ser románica (de hecho quedan restos de
columnas de un claustro en su interior), actualmente la estructura es gótica
con tres naves, bóvedas de crucería de nervios y un retablo extraordinario
gótico, con una imagen en el presbiterio de una Virgen gótica con Niño. También
hay varios retablos barrocos en las naves laterales.
La
portada lateral sur es la principal con unas extraordinarias escaleras de
acceso dobles es barroca y está como adosada al primitivo lateral de la
iglesia. Dedicada a la Virgen
aparece esta en su Coronación y en su
Asunción al Cielo.
Vamos a la oficina de turismo y muy
amablemente nos explican donde podemos comer y nos informan de lo que hay que
ver en el pueblo así como folletos de toda la comarca, nos enteramos que Santo
Domingo de Guzmán era de aquí y de que todo el pueblo tiene bodegas
subterráneas debajo de las casas.
Después de comer vamos para las bodegas Portia
en la que tenemos cita a las 6. El edificio es obra de Norman Foster, tiene
forma de estrella de tres puntas con un núcleo central acristalado. La
estructura es de hormigón visto , las puertas de madera y acero y en el
exterior láminas de hierro oxidado y acero. Como decoración paneles formados
por duelas de barrica unas puestas por la parte externa y otras por la interna
convexa. Las puertas de los aseos se confunden con la pared salvo por el
símbolo de una mano que está marcada, empujas y entras, todo de diseño en rojo
con los sanitarios en blanco.
A nivel de suelo están el restaurante y la
cafetería, que tiene una terraza con una ventana enorme apaisada que enmarca el
paisaje. Esto da al vestíbulo y aquí hay sillones circulares hechos con un
material que parece cartón, de ese que se usa para el interior de las cajas de
vino. Cuadros en las paredes. El espacio en el techo forma triángulos y mezcla
el hormigón con listones de madera. Al núcleo central este se le puede dar la
vuelta todo alrededor.
Llega la guía y nos explica primero la maqueta
y los orígenes de Portia. Portia pertenece al grupo Faustino y ha ganado en
Colonia el primer premio mundial del mejor vino con variedad tempranillo. El
edificio de Foster se inaugura en 2010.
Portia significa ofrenda y se llama así la
séptima luna de Urano, de ahí el logo de la marca.
Como ya sabemos el proceso de vinificación
tiene tres fases, fermentación, barrica y botella y por eso las tres puntas del edificio, los materiales, acero,
roble, vidrio y hormigón. Las puntas de la estrella nacen de la tierra y una se
levanta un poco sobre el suelo, la otra casi nada y la tercera un poco más.
Alrededor de la bodega hay viñedos jóvenes.
Es una bodega muy pensada desde el punto de
vista de la utilidad porque por una de
las puntas suben los tractores, descargan en la tolva que está al terminar la
rampa y bajan por la otra punta que también es una rampa.
En esta bodega no hacen reservas ni grandes
reservas, solo vinos de autor, el enólogo lo hace como quiere, pero también
hacen crianza, para hacer los crianza siguen el método tradicional, la
fermentación en cuba metálica empieza a 8º y tiene que llegar a 25º. Hay
puertas para ventilación y unas ventanitas que están a nivel del suelo que dan
una tenue luz rojiza, el suelo es de resina. En la parte de barricas el 70% son
de roble francés y el 30% americano, nos dicen que la barrica francesa vale 600
euros y la americana 300. La crianza mínima es de 6 meses, la limpieza de las
barricas la hacen con azufre gaseoso y una vez lavadas se estufan para secarlas
inmediatamente. El proceso de embotellado es todo mecánico.
Exportan el 40%. La sala de crianza en botella
está en la oscuridad y el sistema para mantener las botellas es un botellero
creado por Foster y hecho de roble francés que son enormes láminas gruesas de roble puestas en vertical con
agujeros para sujetar las botellas con una inclinación de 15º, cuando se ve
toda la sala parecen inmensas librerías pero que en vez de libros guardan
botellas. Esta sala es solo para los vinos de autor el Portia Prima y el
Triennia el resto están en jaulones normales.
Dentro de este espacio hay una pequeña sala
donde están botellas en reserva para clientes especiales, para esto hay que
comprar 300 botellas , vemos el nombre de un futbolista y el resto no son gente
de revista del corazón.
Los vinos que producen son Ebeia que es un
vino joven criado en barricas americanas que va muy bien como aperitivo, el
Portia crianza 8 meses en barrica y dos
vinos de autor, el Portia Prima que tiene una producción de 30.000 botellas y
ya le han dado una medalla de oro en 2011
y varias en años anteriores y el Triennia 17 meses en barrica de roble
francés y 7 años en botella, hacen unas 3000 botellas. Hemos catado y hemos
comprado. El vino llevaba ya un rato en las copas oxigenándose cuando hemos
llegado. Al lado de la sala de cata está la tienda y no nos hemos podido
resistir.
Textos: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa