domingo, 28 de febrero de 2021

Un paseo por Toscana, julio de 2005 (y XIV) Bagni di Lucca y Montpellier

 


22-7-2005 La Garfagnana (Bagni di Lucca)-Castelnuovo di Garfagnana

Esta mañana nos despedimos de la gente del hotel, ya he dicho que el hotel Alba era algo especial, en los días que estuvimos vimos a un par de señoras, a un australiano que no vimos, pero oímos en la habitación de arriba y a otra gente que pensamos eran familiares de los dueños. El encantador recepcionista era ya mayor, nos trataba con gran exquisitez, se preocupaba por nosotros y siempre que volvíamos nos preguntaba donde habíamos estado y como nos lo habíamos pasado. Esta mañana se ha despedido cariñosamente y nos ha deseado lo mejor, ellos dicen ¡Auguri¡ y Buon Viaggio. Otro personaje era el camarero, que además de regar las plantas hacía de recepcionista a veces, llevaba seis meses en Italia pero quería volver a Colombia porque allí el cambio del euro es estupendo, estaba jubilado en Italia y tenía una pensión, en fin era algo contradictorio, nos dijo también que España estaba muy bien, que en los últimos años había cambiado muchísimo y que con Colombia había muchísima relación. Dos días por la tarde observamos a una señora con muy buena facha regando las plantas, así que pensamos que el hotel no es un negocio en realidad, si no un hobby o una tapadera o que se yo. En principio no teníamos el desayuno incluido pero nos lo dieron y hoy no nos lo cobraron.

El caso es que por la autopista salimos dirección Florencia y luego Lucca y de allí hasta Barga, Castelnuovo di Garfagnana y Bagni di Lucca. La zona es muy boscosa, Bagni está bajo en el valle del río Sercchio, que en esta zona va bastante encajado. Se parece a Vegadeo, hay muchas fuentes, aguas termales y cascadas. Más arriba está Barga que tiene castillo y torre, muchas villas, flores, muy bonito, también tiene un aire a Cangas de Onis, incluso hay un puente de piedra medieval.













Hemos comido en Castelnuovo di Garfagnana, que tiene un castillo en donde vivió el poeta Ariosto, conserva una puerta monumental aneja al castillo. El ex Duomo de San Pedro y San Pablo está en restauración. Comimos en una trattoria, muy bien y muy barato (diez euros el menú), eligiendo entre bastantes cosas, incluyendo postre o café. Por la tarde estábamos en Bagni di Lucca y nos hemos paseado por el pueblo. 

























El hotel está en ponte di Serraglio , a dos kilómetros, tiene un casino de principios de siglo precioso y totalmente íntegro, que ahora se muestra y además allí está la oficina de turismo y una exposición.

Nos acostamos pronto porque al día siguiente teníamos que dormir en Montpellier, con un gran dolor de corazón por la marcha.






23-7-2005 Bagni di Lucca-Montpellier

Salimos temprano y esta etapa ha sido larguísima, sólo hemos parado a repostar y en un área francesa a comer, hemos tenido retenciones en Ventimiglia de una hora de atasco, no había policía, menos mal, muchas más retenciones llegando a Montpellier, donde fue una odisea encontrar el hotel, eran ya las cinco cuando estábamos entrando y allí nadie sabía decirnos nada, pero aparecieron unos españoles y nos dieron la dirección, pero era en dirección prohibida, así que tardamos un rato, luego miguel se fue al parking del hotel, que estaba en el quinto pino, en la estación de tren.

Salimos a dar una vuelta por la Comedie, una plaza enorme enfrente de la Ópera- Comedia, similar a la de París, los de Montpellier le llaman el huevo porque hay en el suelo una señal en forma oval rosada que le da la vuelta a la plaza. Había muchísima gente, algunos haciendo exhibiciones de break dance,y danzas africanas, muchas terrazas y una proporción de negros-moros de dos a cinco por lo menos.

Paseamos por el centro medieval, pero no es gran cosa, y después nos fuimos hacia una zona que se llama Antigone y Poligone, de edificios modernos y centros comerciales, hay también un jardin-paseo tipo el Salón de Granada.

Volvimos a la Comedie y a las calles cercanas al hotel que tienen muchos restaurantes y aterrizamos en una terraza con camarera atontada, cenamos una ensalada enorme con gambas, patatas, ricota, lechuga, tomate, mejillones y pescado con una salsa típica del Languedoc con hierbas, el clavelón estaba en la cerveza, cuatro euros veinte una cerveza normal.












El hotel es muy bonito, con decoración y escaleras de principios de siglo, aquí estuvo la reina de Italia Margarita de Saboya. Conservan de la época el ascensor y las escaleras.


En fin la ciudad es bonita, la parte del XIX sobre todo, el bufet del desayuno estupendo, camarero español en el comedor, uno y clientes españoles todos y un recepcionista que hablaba español.

Y aquí terminó nuestro paseo por Toscana en este mes de julio de 2005.



Texto: Ximena Prieto Álvarez

Fotografías: Miguel Roa Guzmán