martes, 28 de julio de 2020

Viaje a Estados Unidos, julio de 2006 (I) Chicago



16-07-06 Chicago

Hemos llegado al aeropuerto O´Hare a las dos y media de la tarde, hora de Chicago, habíamos salido de Madrid a las doce del mediodía, así que hemos recuperado siete horas de vuelo. El control de aduanas no ha sido tan exhaustivo como esperábamos, sólo hemos puesto el dedo índice derecho y el izquierdo sobre una máquina, hemos mirado a la cámara y ya está, también entregamos los pasaportes y una tarjeta verde que nos han grapado al pasaporte, en la que te preguntaban cuantos días ibas a estar, cómo te llamas, tu dirección, en qué medio de transporte has venido y una serie de cuestiones sobre si eres espía (a ti te lo voy a decir) o si has tenido dificultades con la justicia.







Nos estaba esperando en la Terminal un cubano norteamericano llamado Juan Carlos muy simpático, que nos ha llevado al hotel y nos ha explicado cosas que podíamos ver. 


















El hotel está al lado del Parque Millemnium y al lado de la Avenida Michigan que es el centro, por cierto Michigan viene de una palabra india, lo mismo que Chicago, estamos en el Swissotel en el piso veintisiete, el edificio es un rascacielos con tres fachadas, todas las habitaciones son exteriores y tiene unas vistas impresionantes, vemos el lago Michigan, el puerto deportivo, y todo el Downtown. De pasada al llegar ya hemos visto los edificios de la Escuela de Chicago (Le Baron Jenney, Sullivan, Madison) y los modernos  con estructuras lisas de acero y cristal o aluminio y cristal, estructuras de ventanas verticales estrechas, algunos con tejado cortado en vertical en plano inclinado, y el famoso Loop, el metro que va por encima de las calles, en fin  ha sido como el aperitivo, ahora saldremos para hacernos una idea.










Salimos por nuestra avenida que es Wacker Drive al lado del río Chicago y llegamos a un puente que divide la avenida Michigan en dos tramos norte y sur, y donde estuvo el fuerte Dearborn, vamos hacia el tramo sur y me fijo en los maceteros de caliza blanca con hibiscos de colores, rojo, naranja, amarillo y rosa mezclados, todos los rascacielos son impresionantes, ahora entramos en el Parque Millemnium y nos llama la atención una esfera de acero que está doblada en la parte inferior y se puede pasar por debajo, aquí le llaman the bean, la alubia, la esfera refleja a la gente , pero deformada, tipo Botero el pintor, más allá hay dos fuentes una enfrente a la otra con forma de rascacielos pero en sus paredes hay fotos de caras que van cambiando de raza y de expresión y por la boca sueltan chorros de agua  y por arriba cascadas o simplemente una lluvia fina alternativamente, en el espacio entre una y otra y alrededor los niños se meten debajo en bañador, incluso adultos y vestidos, hace mucho calor, la gente está en el parque de pic-nic merendando, tomando el sol o bañándose. Por ahí va el típico carrito de los helados, unos judíos hassidim e incluso dos mujeres  amish.



















































































































































 Después del paseo comemos algo en un Subway que es una cadena de cafeterías  y nos vamos al hotel, para nosotros eran ya las dos de la madrugada. Desde la habitación vemos la ciudad iluminada y es un espectáculo.















Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: Miguel Roa Guzmán