Una de mis constantes en la fotografía son las ventanas, la mayoría de las veces captadas desde fuera tratando de adivinar el carácter o la personalidad de las personas que viven detrás de ellas o de aquellos que las diseñaron para aquellas casas. Unas veces ampulosas, otras eminentemente prácticas y necesarias, otras coquetas e insinuantes, otras sobrias y frías. Hoy la visión es al revés (de dentro a fuera) y el lugar elegido el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla instalado en lo que en otro tiempo fue el Monasterio de la Cartuja y después la fábrica de porcelanas de La Cartuja.
Creo que el contenido de un museo no es lo único a observar en él y hoy la mirada ha estado puesta en lo que traslucían esas ventanas que lo iluminan y que lo separan o unen al exterior.
Creo que el contenido de un museo no es lo único a observar en él y hoy la mirada ha estado puesta en lo que traslucían esas ventanas que lo iluminan y que lo separan o unen al exterior.
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