Patones de Arriba es uno de los dos núcleos de Patones, el otro lógicamente es Patones de Abajo.
El original, el turístico, el bonito es Patones de Arriba pero por su situación lo abandonaros en 1960 construyendo el otro en lugar más cómodo y accesible y quizás esa decisión hizo que se conservara el otro tal cual hasta que el turismo y el dinero han hecho de él un lugar de segunda residencia o de turismo rural o de lugar a visitar el domingo y comer en uno de sus restaurantes. Al estar cerca de Madrid los fines de semana y especialmente en verano se llena de visitantes, hasta tal punto que el ayuntamiento recomienda aparcar en Patones de Abajo y subir andando ya que arriba apenas hay aparcamiento para los residentes.
Nosotros lo hemos visitado un viernes de mayo y hemos podido acceder con el coche casi hasta la entrada del pueblo (está prohibida la circulación en él) y verlo con muy pocas gentes y muchos gatos. Es una preciosidad de pueblo-museo-reliquia-capricho que merece la pena visitar siempre y cuando no esté asaltado ese día por cientos de personas que no caben en el mismo.
En la Guerra de la Independencia los franceses no lo vieron y no supieron de su existencia por lo que por allí siguió la vida como si nada y al parecer, por más de mil años, tuvieron su propio rey hereditario que gobernó el pueblo, eso sí, bajo la jurisdicción del rey de España, ahora tiene alcalde y ante las próximas elecciones del 26 de mayo una de las candidaturas es de mujeres encabezadas por una de 95 años, ojalá ganen, una de sus promesas de campaña si llegan a la alcaldía, además de un aparcamiento para 1000 coches tan necesario, si les sobra dinero es pagarle la dentadura postiza a algunas mujeres que aún no las tienen "para que estén más guapas".
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