Lo que empezó siendo una ocurrencia al leer una noticia, se ha convertido en una experiencia de 5 días a través del país vecino, en el último día pensé que tenía que fotografiar alguno de los hitos que nos han marcado el camino por la Nacional 2 portuguesa, debiera de haberme acordado antes pero...
Los hay repintados y nuevos como el anterior y los hay de hace muchos años donde además había información de las localidades más próximas en una y otra dirección.
Carretera por lo general solitaria, en buen estado unas veces y en regular o mal estado otras, con trazados rectos o con cincuenta mil curvas como el último tramo ya en el Algarve, bien identificada unas veces y otras ni os cuento, de hecho uno de los días recorrimos bastantes kilómetros por otra por no lograr encontrarla.
Pero cuando ya estábamos a punto de terminarla nos ofreció momentos tan bonitos como los de las fotos, con niebla durante un tramo o con preciosos paisajes de monte.
Volveremos, todavía nos queda mucho que explorar de la Nacional 2 y de las localidades por las que pasa, en el carnet del viajero se indican todos los municipios que se han adherido a esta idea. Nos vemos en la Nacional 2.
La Nacional 2 finaliza en el sur, en Faro, no podíamos llegar por falta de tiempo y tratamos de coger la Nacional 125 de São Bras de Alportel aunque con la "ayuda" del GPS sólo lo logramos en los últimos kilómetros y decidimos hacer una última parada en Portugal en Vila Real de Santo Antonio (primer lugar del extranjero que visité allá por los años 70), como era sábado había mercadillo para españoles en la plaza y allí compramos un pan de los de antes, de los que duran una semana si no te lo comes antes.
Hicimos un paseo por las tiendas dela calle peatonal y comercial Dr. Teófilo Braga y alrededores, donde los españoles principalmente siguen buscando toallas y accesorios de cocina. Entramos en la iglesia parroquial de Santo Antonio y comimos en uno de los restaurantes para turistas.
Pero antes de coger el coche y seguir hacia España nos faltaba una cosa muy importante, entramos en un supermercado y no lo encontramos, buscamos en alguna de las tiendas de licores y comestibles típicos portugueses y tampoco había, nos acordamos que a la entrada de la localidad había un supermercado grande de Pingo Doce y hasta allí nos dirigimos, tras la búsqueda por sus estanterías conseguimos localizar el "Patê de Sardinha", por fin estaba todo en orden, ya podíamos regresar a casa. Hasta la próxima.