4-Noviembre 2019
Hoy hemos ido a Mota del Cuervo, San Clemente, El Provencio, Villanueva de la Jara y Alarcón. Todo en el sur de la provincia.
En Mota del Cuervo paramos en los molinos de viento que están en la parte más alta de la mota y que son centro de visita turística, hoy cerrados por ser lunes. Hace un día muy malo, lluvioso y frío que por la tarde se fue arreglando un poco, de hecho, pudimos pasear por Mota del Cuervo sin paraguas.
En el exterior de los molinos hay unas esculturas de Don Quijote y Sancho en hierro, porque todos estos lugares están en la ruta de Don Quijote, también Belmonte.
Al bajar a la parte llana observé que las calles que bajan de la mota se llaman alta y baja, el tramo en pendiente es alta y el llano baja como por ejemplo Cercado Alto y Cercado Bajo.
En la parte baja hay una plaza llamada de la Tercia porque allí está el edificio de la Tercia Real que era el depósito del grano procedente del diezmo y estaba separado del Pósito de trigo, que era otro edificio. La Tercia Real tiene planta rectangular, es de piedra con una portada preciosa y contrafuertes alrededor de todos los muros. Este edificio lo promovió Isabel I de Castilla, la gran reina.
De la plaza sale una calle peatonal con tiendas y cerca está la plaza del Ayuntamiento, porticada en un lado, una torre de piedra de base cuadrada con reloj y varias casas palacio.
Vamos a la iglesia de San Miguel que es una maravilla. Entramos y estaban en misa, nos quedamos. Es una iglesia gótica con unas bóvedas de nervios preciosas y un coro de estilo Isabel, muy bien conservado todo el conjunto. Es un espacio muy proporcionado y con muy buena acústica. El retablo precioso con un San Miguel muy guapo y de muy buena factura, matando a un diablo muy feo, como debe ser. La iglesia es del siglo XV, controlada por los Visitadores de la orden de Santiago durante los siglos XVI y XVII, razón por la cual se ha conservado ya que cuando ellos veían algún desperfecto obligaban a los vecinos a repararlo. La portada renacentista con la venera de Santiago.
Nos acercamos a San Clemente, un pueblo que me sorprende por la cantidad de patrimonio que tiene, la sorpresa tengo que achacarla a mi ignorancia evidentemente.
San Clemente proviene de una repoblación en la Reconquista y por un tiempo ejerció de capital del Marquesado de Villena.
Me recuerda a Úbeda, es una mini Úbeda. Numerosos conventos con portadas renacentistas, un maravillo edificio que alojaba al Ayuntamiento y ahora es Museo de arte contemporáneo con unos fondos excelentes (Tapies, Millares, Saura, Gordillo, equipo Crónica…). La fachada con doble corredor de arcos de medio punto, tiene el escudo del emperador Carlos y unos medallones donde está representada la emperatriz Isabel. Domingo de Zalbide hizo los artesonados del interior. El edificio está en una plaza rectangular cerrada por arcos y enmarcada por la iglesia de Santiago. El espacio es perfecto, como ya he dicho se cierra por medio de arcos de medio punto con media voluta en la parte superior y en uno de los extremos una puerta monumental con elementos curvos que se van uniendo. Los edificios que no son monumentos tienen la misma altura y van en consonancia. La plaza Mayor se comunica con la plaza del Pósito por esa especie de puerta en arco.
Tiene dos portadas muy bonitas, renacentistas. En la que preside el Apóstol hay un arco de medio punto que sostiene una bóveda de cañón en la portada al estilo Siloé o Alberti. En el interior bóvedas de terceletes con nervios.
El edificio del Pósito, que también fueron las carnicerías, está adornado con escudos de Felipe II. También está el edificio de la antigua cárcel de la villa con preciosas rejas. Y además la Real Audiencia Provincial, todos ellos del siglo XVI
En las proximidades un palacio gótico y varios renacentistas estilo italiano como la casa de los Picos, la casa de la Reina Mora y el palacio de Piquirroti; del XVII la Casa de Oma y del XVIII la casa del marqués de Valdeguerrero. De ahí el parecido con Úbeda, aunque el tono de la piedra es más rojizo aquí. Se le llamó la pequeña corte de la Mancha, aquí vivían más de 80 hidalgos en el XVI.
Antes de llegar a Villanueva de la Jara, pasamos por El Provencio, que no es un pueblo monumental pero tiene una característica especial: Los mejores pintores de grafitis han decorado muros sobre todo al lado del rio Záncara, en el paseo que han hecho y también en la plaza, en este caso las escenas son populares.
En el paseo del río hay dos puentes muy coquetos sobre el Záncara, que va casi seco, aunque tiene un amplio cauce. Los temas de las pinturas son pájaros de distintos tamaños, algunos personajes de comic como el superpato. Esto nos demuestra que se pueden hacer pintadas en los lugares adecuados y por gente que sabe pintar.
Textos: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa
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