21-01-2020 La Orotava y Candelaria
Nos levantamos temprano y salimos para La Orotava, paradisíaco valle al norte de la isla, el norte es exuberante en plantas y en verdor, un milagro si lo comparamos con el sur tan desértico. El día está un poco nublado en medianías y a más de 2000 m. totalmente nublado ya que al tropezarse con la montaña las nubes se frenan. La Orotava es un municipio muy cuidado, muy bonito, con muchas casas tradicionales con sus balcones de madera tallada y otros de estilo modernista, un edificio del Ayuntamiento del XIX con una escalera monumental, de pino canario, una hermosura. En el otro lado de la plaza está una ferretería de 1904, con productos tradicionales como cacharros de cerámica para guardar el gofio o alpargatas típicas.
Calles empinadas y dos bonitas iglesias con artesonados mudéjares impresionantes que son la de la Concepción y la de San Agustín. En ambas hay colocados unos bancos antiguos en sentido perpendicular a los otros que enmarcan la nave central a lo largo, es decir, en sentido longitudinal. Estos bancos están tallados y tienen un respaldo alto con cabida para cinco o seis personas. Tienen tallas barrocas muy bonitas.
Visitamos dos jardines, uno de aclimatación y otro muy artístico que perteneció a una propiedad privada, jardín en declive, me recuerda a los de Villa Garzoni en Collodi (Toscana). Las terrazas son amplias y los parterres están muy cuidados, de hecho están los jardineros trabajando, en la parte superior hay un templete dedicado a la memoria del hijo de la propietaria con una vista del valle que se abre al mar espectacular. Aquí hace sol y la temperatura es agradable. Vemos al fondo El Puerto de la Cruz que es a donde nos dirigimos.
El Puerto de la Cruz es un Torremolinos con más cuestas, más olas y menos terrazas. Bajamos y bajamos y bajamos entre grandes edificios de apartamentos y al lado del mar hay una explanada interminable repleta de coches aparcados y delante de la explanada un espacio estrecho y dificultoso desde donde puedes fotografiar las olas que rompen salvájemente. No conseguimos entrar en el lago Martíanez ni tampoco aparcar así que nos fuimos de allí buscando un guachinche abierto por toda la parte alta del valle como Santa Úrsula pero sin éxito, hoy todos cerrados. En los guachinches que son cocheras o bajos de las casas de agricultores que tienen viñas, puedes comer cosas típicas y beber su vino. Otro día será. Así que llegamos a comer al hotel media hora antes de que cierren el comedor.
Por la tarde un paseo por Candelaria y hoy sí que visitamos el Santuario y la Virgen, la más bonita, la más morena.
Me gusta mucho la plaza, la iglesia, la fuente, y el mar y también las estatuas de bronce de los 9 Menceyes o reyes guanches, cada uno con su nombre y de tamaño natural, colocados sobre pedestales de roca negra volcánica y mirando hacia la plaza.
En 1494 el año en que Alonso Fernández de Lugo inició la conquista de Tenerife la isla se dividía en 9 reinos. Los Menceyes eran la máxima autoridad civil, religiosa y militar. Los 9 Menceyes son:
Acaymo, mencey de Tacoronte, en el norte, ocupaba Tacoronte, la matanza de Acentejo y el Sauzal. Se enfrentó a Alonso Fernández de Lugo pero fue derrotado y se rindió. Lleva en la mano un bastón en el que se apoya y en la otra una lanza.
Adjona, mencey de Abona, al sur. Ocupaba Fasnia, Arico, Granadilla de Abona, San Miguel y Vilaflor. Pactó con Alonso Fernández de Lugo. Lleva una lanza muy larga en una mano.
Añaterve, mencey de Güimar, ocupaba el este, El Rosario, Candelaria, Arafo y Güimar, parte de Santa Cruz y parte de La Laguna. Fue el primero en pactar con los castellanos. Sobre la lanza que sujeta en horizontal con las dos manos hay dos palomas. Es mi preferido.
Bencomo, mencey de Taoro, norte de la isla. Ocupaba la Orotava, la Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, Puerto de la Cruz, los Realejos y San Juan de la Rambla. Se opuso a los castellanos y murió en la batalla de La Laguna frente a las tropas de Alonso Fernández de Lugo. Parece que porta una piedra en una mano y una especie de bastón en otra.
Beneharo. mencey de Anaga, en el noreste, en la península de Anaga. Este pactó con Alonso Fernández de Lugo. Tiene en su mano derecha una especie de lanza que termina en un aspa o algo así.
Pelicar, mencey de Icod, norte noroeste de la isla. Ocupaba la Guancha, Icod de los Vinos, el Tanque y parte de Garachico. Se rindió tras la batalla de la Victoria de Acentejo. Tiene una lanza y un pez en una mano, y una caracola en la otra y muchos collares.
Pelinor, mencey de Adeje, en el sur. Pactó con Alonso Fernández de Lugo y se le recompensó con tierras en Masca y en Santiago del Teide. Participó en la batalla de La Laguna. Tiene en una mano un bastón y en la otra una piedra.
Paseamos por las calles peatonales de tiendas que están a un paso del mar y vemos el Belén que está puesto en la calle. Es muy grande y están representados los pueblos del municipio de Candelaria y los trabajos característicos de la zona. La estructura del Belén está integrada en unos árboles tipo ficus que hay en la calle. Es muy curioso. Hay una entrada y una salida y han escrito el texto de Lucas de la Natividad a la salida.
Textos: Ximena Prieto
Fotos: Miguel Roa
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