miércoles, 16 de diciembre de 2020

Viaje a Marruecos, las ciudades imperiales. Verano de 1999 (II)



29 de julio de 1999 Meknes – Rabat – Casablanca

Ya no volvemos a Fez, entre Fez y Meknes hay muy poca distancia, así que llegamos temprano y la ciudad se asienta en una llanura con cultivo intensivo de olivos, tiene 3 murallas. Mientras tanto Abd-Al-Rahmán nos cuenta algo de historia de Marruecos. Nos explica que en el Medio Atlas es menos espectacular que el Alto Atlas, hay mucha agua y bosques de cedro. También monos como los de Gibraltar y panteras, incluso había leones, pero ya no. El Anti-Atlas no tiene agua, pero su paisaje desértico es perfecto para el cine, y en un momento se convierte en Nepal, como ocurre en el Pequeño Buda. Los bereberes eran los antiguos pobladores de Marruecos, cuando llegan los árabes les prometen la liberación que habrán estado sometidos a Roma y a otros pueblos, en el 711 Tarik entra en España y lleva tanto árabes como bereberes, árabes Tarik, bereberes Muza. Pero los árabes relegan en Al-Andalus a los bereberes a la agricultura y de aquí surgen conflictos.

El 65% de la población marroquí son bereberes y bereberes arabizados, que en XVIII se arabizan mediante una política de fusión de razas. También hay negros que se habían traído del centro de África como esclavos y como soldados. Estos soldados negros expulsaron a los portugueses desde Agadir a Mogador y todo esto ha dado una mezcla de árabes+negros o negros+bereberes.

La mayoría de los bereberes viven en el norte, en el Rif alrededor de Ketama y se consideran europeos. Ahora tienen mala prensa por el tema del hachís.

El Anti Atlas es una zona limítrofe con el desierto y hay oasis como el Draa que desde el aire parece una gran cinta verde.

Ésta es la ruta de las kashbas o alcazabas. Entre las montañas hay tres llanuras, la más fértil está al pie del Alto Atlas, la segunda está entre Fez y Meknes, por donde vamos pasando ahora se llama Seis. La tercera es el Algarbe, más industrial donde los grandes terratenientes se han quedado con las tierras de los pequeños agricultores y tienen una agricultura moderna.

Ya en Meknes empezamos viendo las murallas, la primera es la del Jueves (por el mercado), la segunda es la de las albardas y la tercera la dela Medina. La muralla tenía 44 km y se destruyó parte de ella en el terremoto de Lisboa de 1755.






El constructor de Meknes fue Muley Idrisi en el XVII, cuando Meknes llegó a su máximo esplendor.

Los judíos tuvieron mucha competencia, vivían en la Medina, al lado del Palacio Real, el barrio como todos los judíos se llama Mellah y está justo detrás de la puerta del Jueves. Estos judíos llegaron de España después de 1492 y en su mayoría eran médicos y financieros.

El color de la muralla es ocre, los alicatados de las puertas verdes, lo mismo que las tejas, hay muchos olivos y tejares. De las murallas quedan muchas puertas, las 3 murallas dividían la ciudad en una para los árabes, otra para los bereberes y otra para los judíos.





Muley Ismaíl construyó unos graneros gigantes y unos jardines que pretendían imitar a Versalles, debajo de los graneros había un aljibe gigantesco, el agua procede delas montañas del Medio Atlas. En los graneros se ha colocado una puerta que estaba en el palacio, de cedro, donde se ven unos soles en honor de Luis XIV, que después cayó en desgracia para Muley Ismaíl porque le negó a su hija en matrimonio (éste pájaro llegó a tener 500 mujeres).

Hay unas aberturas en la pared para echar el grano y una noria en el suelo de una habitación para coger el agua del aljibe en una habitación cubierta con bóveda semiesférica.

A continuación, vimos las cuadras donde Muley Ismaíl tenía 12.000 caballos árabes. Este individuo era un megalómano de cuidado, tuvo 800 hijos y destruyó Marrakech, el palacio Bedía y se trajo todos los monumentos y objetos aquí a una explanada llamada la Plaza Ledine que quiere decir del derribo donde colocaron todos estos objetos, arcos y templetes, actualmente quedan los templetes, preciosos. Enfrente de la plaza está la puerta de Al-Mansour dedicada a Muley Ismaíl. En las cuadras se han reconstruido los arcos que forman una maraña geométrica al estilo de la Mezquita de Córdoba, debido a que se rodó la película de Scorserse “La última tentación de Cristo”.






Dentro de la zona del palacio vamos a visitar una mezquita pequeñita con columnas cuyos fustes proceden dela ciudad romana de Volubilis, con capiteles almohades y arcos acairelados, todos los elementos típicos de la decoración en tonos naranja, azul, verde y dorado. Los artesonados preciosos y el suelo central alicatado. Hay lámparas de bronce y arcos con reminiscencias nazaritas.












En la plaza Ledine hay multitud de puestos de todo tipo de cosas, incluso un caballo con albarda de oro, es una plaza llena de vida.









De Meknes nos vamos hacia Rabat por autovía, que está sin terminar, pero es cómoda. A Rabat se le llamaba campo de las victorias porque de allí salían para España las tropas almohades que conquistaron Al-Andalus en el siglo XI, salieron de Ribat que era la palabra árabe.

La muralla está hecha con piedra arenisca y tiene un color más dorado. Dentro de la Medina no hay ni zocos ni nada, está la zona administrativa, al entrar vemos un palacio con una cantidad de jardines que se pierden y un montón de entradas vigiladas, es el palacio que se reserva a los reyes invitados cuando visitan el país.

En Rabat está el otro alminar gemelo dela Kutubía y la Giralda, la torre Hasan, pero no se refiere al rey, sino al arquitecto. Los tres alminares forman una media luna, empezando por la Giralda, después la Hasán y luego la Kutubía. La rampa interior puede deberse a la necesidad de subir el muecín a decir la oración y al ser tan alta y tener que hacerlo 5 veces al día iba en mula. Al otro lado de Rabat, separada por el río que desemboca en el mar, está Salé que es otra ciudad muy marinera, son los renegados que eran piratas que fueron expulsa desde España. Salé fue en un principio una kashba.

Vamos directamente al palacio, a la zona llamada Al-Mexuar, como en la Alhambra porque es la zona administrativa-palaciega del recinto, que se construyó en el XVIII, al lado del palacio hay algunos ministerios, los más importantes, el edificio de la guardia real y el mausoleo de la familia real o de Hassan I, el que rompió la costumbre fue el rey Mohamed V, padre de Hasan II que fue trasladado su cadáver al mausoleo que lleva su nombre y donde está enterrado ya Hasan II junto a su padre que falleció el pasado 23, hace seis días.



Cerca del palacio está la biblioteca y la mezquita donde el viernes van a rezar los miembros dela familia real, mañana será la 1ª vez que lo haga el rey Mohamed VI, nos ha dicho el guía que irá en carroza y volverá a caballo, es un paseo cortito, sólo atravesar una plaza, junto a esta plaza hay otra gran explanada para las ceremonias, celebraciones y procesiones, en una delas plazas hay cañones españoles adornando un lateral.

Este guía local es bereber, tiene los ojos claros y un aspecto totalmente europeo, es muy serio. Dice que nos podemos acercar al palacio y hacer fotos. En la puerta hay guardias a caballo, de pie y bastantes sirvientes con chilabas blancas y gorritos rojos, los llamados fez, que se llaman así porque eran los que usaban los estudiantes dela universidad Karaouine de Fez, la borla negra tenía unos flecos que simbolizaban la sabiduría del estudiante, cuantos más flecos tuviera esa borla del gorro, más sabio era.












Vamos hacia el mausoleo de Mohamed V pasando por la zona delas embajadas, la de España está en el centro dela ciudad colonial, vemos la turca, la saudí y otras. El mausoleo está al lado de la torre Hasán que como he dicho es el alminar de la mezquita almohade que se destruyó por un terremoto, la torre sólo tiene un cuerpo ya que el pequeño se perdió en el terremoto, tenía adornos de sebka y un color más rojizo que la Giralda. La mezquita era inmensa por lo que se ve, han colocado parte de los fustes delas columnas formando las naves y creo que conté unas 18 naves, el espacio arquitectónicamente es muy bonito, muy abierto y con unas vistas preciosas. El mausoleo está un poco más alto en forma de templete blanco y verde. Es sencillo, pero de materiales suntuosísimos, hay mármoles, cedro, cerámica, oro. Tiene un corredor en la parte superior por el que se puede rodear todo el edificio en el interior, subimos a ese nivel y en el interior, en el centro estaba la tumba de Mohamed V y en un extremo la de un hijo ya muerto, al otro extremo estaba el cuerpo del rey Hasán II cubierto (no lo vimos) por plantas y hojas de palmera. En unos días le pondrán lo que es la lápida funeraria, ya antes dije que los hombres en el islam no se entierran en ataúdes, sólo en un sudario en la tierra.








Había gente en el mausoleo, no mucha, era la hora de comer, la gente miraba y pasaba bordeando la sala de silencio. En uno de los lados, cerca del rey difunto, el imán recitaba el Corán, vestido de blanco, con unos movimientos de cabeza hacia delante cada vez que hablaba de Alá, lo mismo que los judíos en el muro de las lamentaciones, con ese movimiento repetitivo y rítmico que casi parece un baile y que proviene dela inclinación de cabeza que se hace al pronunciar el nombre divino. El imán estaba sentado en el suelo y su voz llenaba todo el recinto y el exterior, gracias a un micrófono que tenía delante. Era un recitado hermosísimo, lo mismo que en Estambul en la Mezquita Azul, el canto te llenaba el espíritu y te llenaba de agradecimiento hacia ese Dios de todos, que es nuestro y suyo, o suyo y nuestro, ese Dios Padre que está en nosotros.

Es curioso, nunca había pensado en Hasán II con benevolencia, me daba rabia ver su fastuosidad y la miseria de su pueblo y ahora que yacía allí, sólo lo veía como un hombre, un sencillo hombre muerto, se me quitaron las ganas de juzgarlo.



















Del mausoleo nos fuimos a la kashba, la parte más antigua de Rabat fundada por los almohades que procedían del sur y conquistaron las Taifas.

Dentro de esta fortaleza está el barrio de los andalusíes, así como en la Medina el de los moriscos expulsados de España en 1608.

Entramos y nos dirigimos al jardín delos Andaluces con un aspecto un poco descuidado, pero con el esquema de jardín almohade, de forma de cruz inscrita en un cuadrado, desde las murallas la vista es espléndida: el río con la playa, el mar y Salé con sus murallas. Los colores del barrio Andalusí blanco y azul y el mar azul al fondo le daban un aspecto mediterráneo muy familiar.







 








Un muchacho en un puesto de madera azul con dibujos decorados vendía zumo de naranja. Miguel lo fotografió e inevitablemente le pagó por la foto. Estaba oyendo la radio que por lo visto hablaba de la presunta muerte de Yaser Arafat, el guía se acercó y también Abd-Al-Rahmán pero nos dijeron que no estaba confirmada.



Los piratas de Salé reunieron en el siglo XVIII a gran cantidad de aventureros y llegaron a crear una república independiente. Su dominio alcanzaba desde Canarias a todo el océano Atlántico, hasta que los soldados negros del sur le ayudaron a Muley Ismaíl de Meknes a derrotarlos. Estos soldados se llamaban Udayas que quiere decir oasis.




Una vez hecha la visita, el autobús nos llevó a la parte moderna dela ciudad y nos dejó en una plaza enfrente de la estación, muy cerca de la avenida de las Palmeras, en el centro.

Esta zona es igual a cualquier otra de Europa, tiene galerías comerciales, pizzerías, restaurantes, etc. Nos dieron una hora y media para comer. Buscábamos una pizzería pero estaba cerrada, así que vimos un restaurante abierto y nos metimos allí, era muy tarde y no era momento de andar buscando. El restaurante tenía un piso superior que parecía un autobús, con los asientos de armazón metálico y un skay que estaba todo roto, el sitio no era ninguna maravilla, el camarero muy empalagoso de amable, muy excesivo, la comida regular pero bueno, comimos y ya está y acabamos comiendo unos cuantos del grupo. En el camino una niña pequeña se acercó a Miguel y se colgó literalmente de su brazo dándole besos, de una forma pegajosísima y horrorosa, todo por 1 dirham, ¡qué pena¡ más que nada por el espectáculo gratuito y desagradable.

Parece que Rabat es una ciudad agradable para vivir, tiene una parte exótica y su zona moderna está más limpia que el resto de ciudades y la parte del río es preciosa, la gente va vestida un poco más occidental, aunque sí vimos muchas chilabas.

Los hombres de traje y corbata. En fin, bien por Rabat.

Por la tarde salimos para Casablanca donde nos quedábamos a dormir.

Es una ciudad en la que te pueden robar, según el guía. Es muy grande y totalmente moderna, con un aspecto de cualquier otra ciudad industrial, no es bonita, yo quería ver el garito de “Casablanca” sin Humphrey ni Ingrid y resulta que lógicamente nunca existió, lo que hay es el hotel Hyatt, en el bar, un “Sam” que toca el piano. Por la noche salimos a dar una vuelta, había animación en la calle y una temperatura agradable, pero volvimos enseguida al hotel porque era tarde.




30 de julio de 1999  Casablanca – Marrakech

Por la mañana temprano hicimos un recorrido por Casablanca, pasamos por la zona del centro antiguo donde hay una pequeña kashba que fue portuguesa y atravesamos el centro que es todo moderno para llegar al mar y ver la mezquita de Hasán II. Es una obra imponente, está sobre el mar en una explanada enorme de forma ligeramente elíptica cerrada por unos pórticos de columnas pareados con arcos de medio punto peraltados y acairelados y capiteles de estilo nazarita de cuello de paloma, el alminar mide más de 200 metros de alto y es cuadrangular con esquema almohade de torre dentro de torre y sebka con alicatados verdes, las cubiertas son verdes con cúpula que se abre mediante un mecanismo. En los pórticos hay templetes sin cubierta con alfices decorados con ataurique. En la zona de la sala de oración hay unos falsos arcos de herradura con dovelas tipo omeya y celosías.

El alminar remata con cúpula agallonada, en esta parte hay un láser (en la 1ª bola dorada que remata la cúpula) y señala hacia la Meca. En los cuerpos laterales de la explanada hay edificios que están destinados a ser museo y biblioteca. Era viernes y no pudimos entrar en el interior, el alminar tiene placas de mármol travertino y la fachada de la mezquita también. Las puertas son de titanio y bronce. 































Después de recorrer todo el exterior y hacer fotos nos llevaron por la playa hasta un barrio residencial que se llama Anfa, éste era el primer nombre de Casablanca, Anfa es un barrio sobre el mar y fue asentamiento fenicio. Pasamos por delante dela mansión de uno de los príncipes saudíes, por el hipódromo y por infinidad de casas con aspecto estupendo. Volvimos a bajar hacia el centro y vimos el Instituto de Español Juan Ramón Jiménez. Teníamos tiempo libre para comer y salir por la tarde hacia Marrakech.




Textos: Ximena Prieto Álvarez

Fotografías: Miguel Roa Guzmán y tarjetas postales compradas en el viaje


Continuará...










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