Ares del Maestre |
6 de noviembre de 2022. Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles de San Mateo y Ares del
Maestre.
Esta mañana antes de salir para Ares hemos
subido al Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles y hemos visto por fuera la
iglesia, el jardín y el entorno. También hay una Hospedería en el recinto.
Desde aquí se divisa todo San Mateo, las sierras y las zonas de cultivo.
Cuando por la tarde volvemos a
San Mateo nos dirigimos de nuevo a la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, que
está abierta. El suelo es de cerámica muy elaborado, destaca muchísimo. El
interior es grande y tiene una cúpula con pintura murales, casi todo es
barroco.
De San
Mateo a Ares vamos hacia el Oeste, hacia el Alto Maestrazgo, por valles entre
alineaciones montañosas en un paisaje diverso y muy mediterráneo con matorral
de garriga, algunos pinos y sobre todo encinas y chaparros. Hay muchas granjas
de cría y quizá por eso se ven encinas podadas y alineadas como si se tratase
de frutales. Suponemos que se trata de alimentar a los cerdos con bellotas.
Se ven
farallones de roca caliza en donde los hombres del Paleolítico y Mesolítico
vivieron en abrigos naturales. Vemos cultivos en terrazas separadas por muros
bajos de piedra, algún sembrado de cereal en las partes bajas y muchos
almendros. Colores ocres, verdes y azules del cielo.
Ares del Maestrat está entre dos promontorios a mil
ciento y pico metros, en uno el castillo y en otro la iglesia de la Asunción,
pueblo blanco y ocre que domina un paisaje de garriga con encinar, hacia abajo,
hacia el río hay bancales y desde el promontorio rocoso donde está el castillo
se desliza el pueblo en espiral. Las calles son paralelas en número de siete
con pequeños pasajes que las cruzan. Nos dicen en la oficina de turismo que lo
mejor es recorrerlo en espiral, dando tres o cuatro vueltas. Enfrente del
farallón del castillo hay una muela o promontorio alto, en este caso a 1321
metros, plano y aislado y abajo en el río molinos de agua.
Aparcamos
en la calle llamada Raval de Baig o Arrabal de Abajo que nos lleva directamente
a la plaza de la Iglesia de la Asunción del siglo XVIII, la primitiva la
destrozaron a cañonazos las tropas borbónicas durante la guerra de Sucesión
Española. En el interior juego de lunetos y cúpulas. En la misma plaza hay una
escultura dedicada a Jaime I , fue este el primer territorio que conquistó y
después perteneció a la orden del Temple. Pasamos a la oficina de turismo, a la
plaza donde hay un bar, nos tomamos un café y hacemos el recorrido por la calle
Forn (Horno), calle de las Rocas, aquí hay una puerta de entrada a la muralla y
nunca mejor dicho lo de rocas, ya que vamos al pie de grandes rocas verticales
sobre el barranco y luego la calle Campanar y la calle Cano, en esta calle hay
una cueva que sirve para conciertos, hasta encontrarnos al pie del castillo o
mejor dicho, los restos del castillo árabe y la torre vigía al que le damos una
vuelta.
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