Castillo de Morella |
7 de noviembre de 2022 Forcall, Morella
Después de
Mirambel, entramos en la provincia de Castellón para ver Forcall, que pertenece a la comarca de Morella. Forcall no nos dice
nada, es cierto que su ubicación es magnífica, enclavado entre muelas y se
llama Forcall por la forma de forca (hoz) que forman los ríos Calders,
Cantavieja y Morella que se juntan dando lugar al nacimiento del río Bergantes.
El pueblo se encuentra entre cuatro muelas. La plaza Mayor no está mal, es muy
grande, rectangular y porticada en un lateral. Tiene tres edificios
interesantes que son el palacio de los Osset y el Palacio de los Fort, ambos renacentistas
y el palacio de las Escaleras o les Escaletes. Es muy curioso el palacio de Les
escaletes con una escalera doble exterior voladiza de los siglos XVI-XVII,
ahora está el ayuntamiento y antes la iglesia de San Miguel y un mesón, de hecho,
se nota que fue iglesia en el cuerpo superior. En Forcall hay un museo de la
alpargata y es muy conocido por sus fiestas dedicadas a San Antonio Abad de
interés turístico. También tiene la única ciudad romana en tierras
castellonenses, se llama Lesera y se sitúa en la muela dels Frares. Hay un
horno medieval que se conserva. Paseando llegamos a la Iglesia de la Asunción,
de origen gótico que conserva un rosetón, el ábside, los ventanales y las
gárgolas, con respecto al nivel actual de la calle está por debajo.
Nos vamos
a Morella para comer y al ser lunes
hay muchos restaurantes cerrados. Acabamos comiendo en el mismo bar en el que
habíamos cenado hace siete años cuando estuvimos hospedados en el hotel que
está justo enfrente. El lugar se llama Casa Pere y hemos comido muy bien. Luego
nos damos una vuelta, vemos algunas mejoras en la plaza que está delante de la
puerta o Portal del Rey subimos a la plaza de la iglesia Mayor, por un pelo no
la pillamos abierta, llegamos hasta la base del Castillo, pero sin subir.
Compramos queso con trufa y flaons, típicos de aquí, recorremos la calle
principal, la de los soportales y atravesamos el pueblo en sentido longitudinal
de nuevo para salir a la puerta de la Nevera, donde extramuros hay un
aparcamiento.
Volvemos
hacia San Mateo y vamos a comprar a un Spar que hemos visto abierto y nos
sorprende que los productos de higiene personal estén en una vitrina con llave,
de tal manera que tenemos que pedirle a la cajera que nos la abra y nos dice
que no tuvieron más remedio que hacerlo porque les mangaban las cosas unos
magrebíes. Nos quedamos de piedra y ella comentó, yo tampoco me lo creería si
no fuera porque me ha pasado delante de mis narices. Esto no será políticamente
correcto, pero es real, al menos en San Mateo.
Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: Miguel Roa Guzmán
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