Viernes 7 de marzo
Hoy hemos
hecho Niebla por la mañana. Pensábamos llegar al dolmen de Soto, pero el camino
estaba imposible, ya lo avisaba un cartel del ayuntamiento de Trigueros, aun así,
nos metimos por el carril, pero llegó un momento en que el camino se cortaba
por un arroyo que era casi río y al no saber la profundidad nos dimos la
vuelta. Insisto: Las carreteras están en muy mal estado, esta provincia está
abandonada.
En Niebla
habíamos estado otra vez, pero no habíamos entrado en el castillo, conocido
como Castillo de los Guzmanes, quizá ni siquiera estaba abierto. Primero nos
damos un paseo por delante de las murallas que ocupan 2 Km de extensión; son
las murallas almohades fundamentalmente, de color rojizo y de tapial excepto en
las puertas y en el Alcázar cristiano. Pasamos con el coche la puerta del
Socorro, esta puerta es de doble recodo, arco de herradura almohade y cubierta
en el interior con bóveda de cañón. En este mismo lugar había una puerta romana
cuando Niebla se llamaba Ilipla. Pasando la puerta entramos en lo que era la
medina, aparcamos muy cerca de la iglesia de San Martín que está parcialmente
en ruinas, conserva la cabecera heptagonal de estilo gótico mudéjar cubierta
por bóveda de crucería y la capilla del Cristo conocido como el Señor de la
Columna, imagen del siglo XIV o XV, muy interesante. Del resto quedan muros
bajos, donde se perciben las tres naves que tenía. La iglesia se destruyó en el
terremoto de Lisboa de 1755. La iglesia fue en su origen una mezquita y después
Alfonso X la donó a los judíos como sinagoga.
Antes de
entrar en el castillo nos paseamos por las murallas saliendo por la puerta de
Sevilla y viendo el río Tinto abajo y el puente que fue romano en su momento.
Luego iremos a ver el resto de puertas. La puerta de Sevilla tiene elementos
romanos reutilizados, con argamasa de mortero y sillares a soga, arcos de
herradura con dovelas y cubierta en el interior con bóveda de medio cañón y
cañón.
La entrada
del castillo son 3 euros, tarifa jubilados, y se visitan los paseos de ronda,
la barbacana sur, hay audiovisuales en las torres donde se explica la historia
desde que el castillo estuvo en manos de los almohades, pasando por los reyes
de taifas, la cora de Niebla, los almorávides hasta la conquista cristiana por
Alfonso X en 1262. Alfonso X tarda nueve meses en conquistarlo, al principio
formó parte de la Corona. En 1369 el condado de Niebla pasa a manos del II
Duque de Medina Sidonia Enrique Pérez de Guzmán y Meneses. Visitamos también el
patio de armas, el pozo y la noria y subimos a la torre del Homenaje. El
terremoto de Lisboa destruyó buena parte y las tropas francesas completaron la
tarea. El trabajo que se ha hecho es muy importante para su rehabilitación.
Hemos
estado dos horas dentro de la fortaleza y ahora nos dirigimos a la plaza de
Santa María donde se encuentra la iglesia de Santa María de la Granada, fusión
de mezquita aljama y templo cristiano gótico mudéjar. De época islámica siglos
X y XI, en el XVI se levantan tres naves cubiertas con artesonado y una
cabecera con bóvedas de crucería estrelladas. Vemos algunos elementos desde
fuera como los arcos de herradura de medio punto y apuntados polilobulados con
alfiz. No podemos ver más ya que la iglesia está cerrada a estas horas. El
material es ladrillo y tiene una torre alminar muy característica.
La plaza
tiene a un lado la iglesia y al otro un edificio muy interesante que es el
Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles ahora Casa de Cultura y Museo. Es del
siglo XIV con modificaciones en el XVI y XVII y ha cambiado de uso múltiples
veces, ha sido Ayuntamiento, Juzgado, cárcel, casa cuartel de la Guardia Civil,
Correos, viviendas, escuelas, clínica. En el exterior tiene una espadaña
barroca con un azulejo con la Virgen de los Ángeles., un patio central, la
capilla gótica de la Virgen y dos plantas con exposiciones varias. La encargada
de la información es amabilísima, nos explica dónde están otras puertas de la
muralla que aún no hemos visto y por venir de Medina Sidonia y apellidarse
Guzmán nos regala un folleto turístico con mucha información y cuidada
tipografía.
Vamos a
las puertas que son la del Buey y la del Agua, muy bonitas las dos y con vistas
al río Tinto. La del Buey está al NW, es en recodo y tiene una decoración de
arcos lobulados de ladrillo y arco de herradura dentro de un alfiz y en el
interior bóveda vaída de ladrillo. La puerta del agua está en el sur,
construida con sillares reaprovechados de época romana, en recodo, arco de herradura
en el exterior y en el interior bóveda vaída sobre pechinas.
No hay demasiadas
casas en Niebla interesantes. La mayoría de dos plantas sin tipología especial,
lo verdaderamente impresionante son sus rojizas murallas, sus más de 40 torres
en la muralla y sus puertas, todo un lujo para una ciudad que existe desde
Tartessos, pasa por fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, árabes,
cristianos… Una historia bastante pareja con nuestra Medina Sidonia, historias
que se cruzaron en un momento determinado.
Me falta
hablar de la señora inglesa Elena Whishaw nacida Ellen Mary Abdy Williams en
1857 de una familia inglesa acomodada. Se casó con Bernhard Whishaw un
norteamericano en 1885 con el que coincidía en el gusto por las humanidades y
la historia. Tras el fallecimiento de su marido se trasladó en 1916 a Niebla
donde instaló un museo en la Puerta del Buey. Para divulgar el patrimonio
histórico de Niebla y su condado creó una escuela de arqueología anglohispana
americana buscando patronazgos entre ellos el Duque de Alba y el rey Alfonso
XIII. Escribió sobre Tartessos y sobre Palos y Niebla. También realizó una gran
labor social en la educación de la infancia, beneficencia, promoción de la
artesanía popular, construcción de una barriada de viviendas, creación del
Sindicato Agrario Católico, reparto de parcelas a las familias más necesitadas,
incluso encontró un conducto prehistórico de agua en 1926 resolviendo así el
problema del abastecimiento de agua en Niebla. Por todas estas acciones la
nombraron hija adoptiva de Niebla en 1926. Murió en 1937. Actualmente tiene una
sala en el Museo y una plaza con su busto delante de la Puerta del Buey.
Toda la
mañana ha estado lloviendo y por la tarde hacía un tiempo infernal. Solo fuimos
en el coche a dar una vuelta por las urbanizaciones de Matalascañas, cosa que
como ya he dicho es toda una aventura.
Sábado 8 de marzo
Esta
mañana me dijo Miguel que había habido una tormenta muy fuerte antes de las 8.
Yo no me enteré, me había despertado a media noche y tardé en coger el sueño
así que a esas horas estaba durmiendo. Debió de ser gorda porque ha habido
muchas incidencias.
Hoy fuimos a Huelva a hacer unas compras.
Al volver pasamos por Moguer, y Zenobia por
todos lados. Había una boda en la imponente iglesia de Nuestra Señora de la
Granada que es monumento BIC. De estilo barroco del XVIII sobre una iglesia
mudéjar del XIV destruida por el terremoto de Lisboa salvo la torre, a la que
se le hicieron modificaciones al estilo de la Giralda, es una preciosa torre de
la que Juan Ramón decía: “La torre de Moguer de cerca parece una Giralda vista
de lejos”. Es de planta cuadrada con una altura de 48 metros y un cuerpo de
campanas parecido a la Giralda, incluso remata con una escultura de la Fé en
hierro forjado el cuerpo y las manos y la cabeza de bronce, en la mano
izquierda lleva la palma del triunfo y en la derecha el lábaro que es la
bandera de la fe. Se apoya sobre la bola del mundo, en Moguer se la conoce como
Santa Juana . Hay muchos indianos enterrados en la iglesia y aún se conservan
algunas lápidas, ellos donaron grandes sumas de dinero para enriquecer el
patrimonio de la parroquia. Las tropas francesas saquearon gran parte de los 14
retablos barrocos y las milicias republicanas descontroladas en la Guerra Civil
completaron el desastre ya que provocaron un incendio que desplomó las bóvedas
y hubo que reconstruirlas después en los años 40. La iglesia llama la atención
por su tamaño, tiene 5 naves y cabecera plana con bóvedas de arista y vaídas,
en el crucero cúpula de media naranja sobre pechinas con tambor. La nave
central se cubre con bóveda de cañón con lunetos. Tiene tres portadas retablo
de ladrillo muy barrocas. Es la iglesia parroquial de mayores dimensiones de Andalucía
occidental.
Cuando entramos iba a tener lugar una boda, incluso oímos a dos señoras que comentaban quien era la novia (la hija de una peluquera). Casi todas las invitadas vestidas de verano, aunque algunas iban más apropiadas para la ocasión y el tiempo meteorológico (un día de perros).
Hay un árbol en la plaza delante de la
iglesia que está totalmente inclinado a punto de partirse a pesar de que le han
puesto una sujeción. Miguel le pide a una señora que pasa que por favor avise a
la policía y ella nos cuenta que ha habido un tornado esta noche y ha hecho
muchos destrozos, también en los arándanos y en las fresas. Empieza a llover y
nos metemos en un bar precioso que se llama Zaratán, en tiempos fue un comercio
de ultramarinos, todo de madera, detrás del mostrador unas estanterías y
anaqueles preciosos.
Moguer
tiene muchas casas de arquitectura interesante y se nota que fue y es
importante económicamente. Tenemos que volver para ver el convento de Santa
Clara, el castillo y el convento de San Francisco y la Casa Museo de Juan Ramón
Jiménez y Zenobia Camprubí. Si Palos tiene a los Pinzón Moguer tiene a los
Niño. Todos estos lugares están unidos a Colón y al Descubrimiento. En Moguer
hay sagas de marinos que llegan hasta hoy mismo.
Por la
tarde damos una vuelta en coche por las urbanizaciones y vamos a misa a la
parroquia de San Francisco en Matalascañas, una iglesia de arquitectura
contemporánea de los años 60 0 70 de planta central y hormigón armado, puertas
correderas que pueden abrirse por completo y un presbiterio semicircular con
una enorme imagen de Cristo vuelto hacia San Francisco que está a sus pies con
un crucifijo en la mano y los estigmas de la pasión, al lado del santo un lobo,
el hermano lobo que así lo llamaba Francisco de Asís. El sagrario está
enmarcado en unas vidrieras y la luz entra por unos óculos en el techo. Una
señora me pregunta que, si quiero leer, le digo que sí y me pregunta ¿Cuál? Yo
le digo, la primera. Me dice vale, la primera y el salmo y a otra señora le da
la segunda. Llega el momento y me levanto para ir a leer cuando un señor que
parece el sacristán lee la primera y el salmo. La señora que me ha pedido leer
me dice, bueno, no pasa nada, ahora hace usted la segunda. Pero en cuanto acaba
el salmo la señora que estaba sentada al lado del sacristán se levanta y lee la
segunda. Entonces la que me había pedido que leyera me dice: “Donde hay patrón
no manda marinero”, nos sonreímos mutuamente y ya está. Cosas que pasan por no
coordinar la liturgia. Realmente hoy hace una tarde de perros y a lo mejor el
responsable no ha podido venir.
Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: Miguel Roa Guzmán
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