martes, 11 de agosto de 2020

Viaje a Estados Unidos, julio de 2006 (VI) Nueva York


22-7-06 Nueva York



Desayunamos en el hotel muy bien y cogemos un taxi para ir al punto de encuentro de la visita, que se llama Upper and Lower Maniatan (alto y bajo Maniatan), vamos en una furgoneta muy cómoda unas nueve personas todos españoles y el guía se llama Germán y es argentino. El centro de Manhattan está en una plaza con una escultura de Colón que es Columbus Circle y es la entrada sur de Central Park, vamos por la calle 72 W edificio Dakota, el siniestro edificio donde vivía Lennon y donde lo asesinaron, donde se rodó La semilla del diablo y donde no han aceptado como vecinos a Antonio Banderas y Melanie Griffith, el edificio está justo enfrente del Central Park, otro edificio muy conocido es el San Remo con la 47 W. Al pasar por el parque  se ve una enorme roca que luego comprobaríamos que hay muchas en el parque  y que es el tipo de roca que tiene todo Manhattan y que al ser silícea puede soportar los rascacielos, tiene un color oscuro ligeramente rojiza. Seguimos hacia arriba y paramos en una catedral que llevan construyendo un siglo y no han terminado y se  llama San Juan el Divino, la fachada es neogótica y el interior está lleno de túneles, cuando la terminen será enorme. 













Hacia arriba llegamos a Harlem y el sur del Bronx, estos dos barrios están ahora muy limpios y se puede vivir en ellos gracias al alcalde Giuliani. Pasamos delante de la Universidad de Columbia donde estuvo como profesor García Lorca, en la Avenida Ámsterdam, esta zona es la más antigua de N. York, la zona de colonos holandeses, el Upper West Side, cuando se llamaba Nueva Ámsterdam.Está muy cerca de Harlem, esta Universidad es muy buena en Medicina y Derecho, con una nota para entrar de 95 y 50.000 dólares anuales. Estamos entrando en Harlem por la calle 125, hay casas baratas de ladrillo de poca altura pero de pisos, separadas entre sí por jardines, son relativamente nuevas y se hicieron así para controlar mejor a los vecinos y que no se produjeran altercados, pasamos por delante del teatro Apollo, famoso teatro de espectáculos de jazz y blues, en las persianas de las tiendas hay pinturas de un tal Franco, un panameño que ha contribuido a mejorar el barrio. Tropezamos con la 5º Avenida y la 125, aquí no hay glamour, por eso decir que vives en la 5º avenida y no especificas donde no aclara nada porque va cambiando el ambiente si es al norte, al sur, al este o al oeste. Las casas que estamos viendo son de piedra, aquí le llaman brown stone y los propietarios las incendiaban porque los inquilinos no pagaban, ahora las están rehabilitando, son muy bonitas, con escaleras delante y dos o tres plantas.

Ahora estamos en El Barrio, que es la zona puertorriqueña, lo que separa Harlem de El Barrio es una estatua de Duke Ellington.

Vamos por la 5ª de nuevo a la altura de los Museos, es decir la parte este enfrente del Parque, aquí en el 1040 vivía Jackie Kennedy, en estos edificios a la entrada hay unos toldos con una bombillita roja encima, que sirve para que el portero pida un taxi, pasamos por delante del Frick Museum, El Museo Judío, El Withney y el Metropolitan entre la 72 y la 79 Este.

 Ahora viene la zona de tiendas carísimas de la 5ª, entre ellas la archifamosa Tiffany´s a la altura de la 52, el Hotel Pierre, el Plaza, que lo van a convertir en apartamentos de superlujo, la tienda de la NBA, el centro comercial de Trump en su edificio que tiene unas terrazas escalonadas con árboles, el Rockefeller Center entre la 51 y la 48, edificios que están todos conectados y en medio una plaza esta altura está el MOMA.

 En la 47 entre 5ª y 6ª avenida la calle de los diamantes con un enorme diamante a la entrada de la calle (de pega, claro) toda la calle está llena de joyerías de diamantes atendidas por judíos ortodoxos, es muy curioso.























Llegamos a la altura del Empire State y el edificio que se conoce como Flatiron, la plancha, por su forma, está ya en Midtown, este edificio fue el primer rascacielos de la ciudad con 21 pisos, y aquí hay un parque entre la 5ª y Madison y entre la 26 y la 23 Este, donde Broadway corta a la 5ª,justo enfrente del Flatiron que es el Madison Square Park, el primitivo lugar donde estaba el Madison Square Garden que ahora está entre la 30 y la 33 W. En el parque vemos los clásicos y fílmicos vagabundos, una y uno con sus carritos del supermercado llenos con sus pertenencias, dando de comer a las ardillas, en el carrito llevan abrigo, paraguas y de todo. El barrio de Chelsea está aquí mismo, vendremos el Domingo porque es barrio de anticuarios y hacen mercadillos.
















Vamos ahora hacia el Lower Manhattan, a partir de la calle 14, a la izquierda el Village, al frente Washington Park, una plaza-parque donde siempre hay movida de estudiantes que representan obras por el parque y dicen que pululan los camellos, enfrente la Universidad de Nueva York y al otro lado el barrio gay, el Greenwich, la calle 3 W, con restaurantes, casitas bajitas, bares, flores, en The Bitter End cantaba Withney Houston. 




Seguimos hasta la zona cero y vemos el inmenso espacio vacío, es desolador, no nos podemos acercar mucho porque hay muchas casetas de obra, están construyendo y tienen unas vallas, el tamaño no se puede abarcar, estamos al lado de Battery Park, ese parque que sale tanto en las películas con un paseo frente al Hudson y la estatua de la Libertad y  New Jersey, está lloviendo un poco pero hace calor y se está bien, damos una vuelta y pensamos en volver andando hacia Chinatown. 



























Cogemos Broadway pasando por el distrito financiero, la famosa Wall Street, a la que no se puede acceder si no trabajas allí, y después los juzgados donde se rodaron algunas escenas del Padrino (en la escalinata).

Por fin estamos en Chinatown en la calle Canal que es la principal y el espectáculo es muy llamativo, las tiendas se suceden a uno y otro lado de la calle, todos son chinos y turistas, todas tienen un sótano al que también se accede desde la calle por unas trampillas, aquí es donde venden las imitaciones de los bolsos de firma, pero en clandestinidad, entras, miras y le preguntas al chino si tiene más y el te lleva por los subterráneos y allí regateas con él, las imitaciones buenas son muy caras unos 200 dólares, en las tiendas hay chinos subidos a escaleras para controlar que nadie se lleve nada, los supermercados y los restaurantes exhiben comidas, verduras y especies que no nos suenan de nada como en Londres.












Cruzando la calle Canal esta Mulberry que es Little Italy, allí vamos a comer, la calle está toda adornada con banderitas italianas y arcos de flores, las casas de dos o tres plantas con escaleras delante y escaleras de incendios, es como en las películas, las tiendas venden pasta fresca y aceite de oliva, figuritas de la Virgen, tartas y quesos. Los restaurantes están uno al lado del otro, comemos en uno que nos ha recomendado el guía, muy bien por cierto, se llama Sorrento, pero todos los camareros son hispanos aunque el restaurante parece una trattoria italiana, hay italianos comiendo y la música es la típica italiana, mis linguini pescatore estupendos y no muy caro.















Continuamos por la zona y acabamos en el Soho, el nombre de este barrio viene de las iniciales de South Houston, es decir, al sur de la calle Houston, también hay un Noho naturalmente, aquí lo más característico son las tiendas de artistas y diseñadores de vanguardia, en las galerías de arte hay cosas curiosas incluso unos grabados de Dalí y en la calle puestecillos de artistas. Ahora estamos en la tienda de Apple, que es igual a la de Chicago, pero esta se llama Station A, Pablo se engancha a Internet un rato.

En casi todas las tiendas hay unas pirámides amarillas que te avisan de que el suelo está mojado, debe de ser para prevenir los inevitables juicios e indemnizaciones. Hay montones de personas hablando español, me refiero a hispanos.

























Para terminar el día subimos un poco más y llegamos a Washington Park, ahora hay unos chalados haciendo gilipolleces, cada uno a su bola, la gente los mira, o lee, o fuma, come o bebe, no hemos visto camellos aunque de vez en cuando olor a marihuana. 























Volvemos al Park South Hotel viendo tiendas.

















































Textos Ximena Prieto Álvarez
Fotografías Miguel Roa Guzmán

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