27-07-2006 Nueva York
Hoy vamos a ir en primer lugar al Upper East Side. Quiero ver las calles exclusivas y las casas de tres plantas de ladrillo rojo o piedra con sus escaleras delanteras y sus balcones de hierro o de madera con molduras clásicas historicistas, árboles y plantas y barandas de hierro y rejas preciosas. Coches europeos de lujo en la calle. Películas de Woody Allen o Historia de una niñera. Algunas calles donde los edificios son más altos ocupados por apartamentos de lujo de miles de metros cuadrados. Y pasamos a la Quinta avenida, en el 1120 hay un toldo que cubre todo el ancho de la acera, es de esos que tienen una luz para llamar a los taxis, a los lados del toldo unos jardincillos bien cuidados. Seguimos andando y pasamos por debajo de unos cuantos toldos más y a la sombra de los árboles de la acera se va muy bien, por cierto acera impoluta, no como en otros barrios.
Hoy vamos a ir en primer lugar al Upper East Side. Quiero ver las calles exclusivas y las casas de tres plantas de ladrillo rojo o piedra con sus escaleras delanteras y sus balcones de hierro o de madera con molduras clásicas historicistas, árboles y plantas y barandas de hierro y rejas preciosas. Coches europeos de lujo en la calle. Películas de Woody Allen o Historia de una niñera. Algunas calles donde los edificios son más altos ocupados por apartamentos de lujo de miles de metros cuadrados. Y pasamos a la Quinta avenida, en el 1120 hay un toldo que cubre todo el ancho de la acera, es de esos que tienen una luz para llamar a los taxis, a los lados del toldo unos jardincillos bien cuidados. Seguimos andando y pasamos por debajo de unos cuantos toldos más y a la sombra de los árboles de la acera se va muy bien, por cierto acera impoluta, no como en otros barrios.
Atravesamos a Central Park, hay mucha gente corriendo, otros paseando perros, muchos perros a la vez, algunos bancos tienen el nombre del donante en una placa, por ejemplo “Solomon (Sol) Eisen, él amaba Central Park".
Ahora volvemos a atravesar para entrar en el MET (Museo Metropolitano). No podemos ir al Guggenheim porque está en obras. Atravesamos esa fachada neoclásica tan peliculera y nos adentramos en el precioso hall con cúpulas sucesivas sobre pechinas. Empezamos en Egipto, admiramos un templo completo similar al de Debod de Madrid y después : Reja del siglo XVIII de la catedral de Valladolid vendida por el cabildo catedralicio en 1957 por 500 pesetas al encargado de comprar obras de arte para la colección Hearst, unos burgueses de Calais de Rodin, Amor y Psique de Canova en yeso que salvó su asistente Adamo Tadolini, Hopper, De Chirico, Mondrian, Picasso,Miró, Leger, Matisse, Modigliani, Boccioni, Chagall, Dali y su magnífico Corpus Hypercubus, Liechtenstein, Jackson Pollock y su Number One, Van Gogh, móviles de Calder, Gauguin, Cezanne, Monet, Seurat, Renoir y sus maravillosas niñas pelirrojas… En medio el increible patio del palacio de Velez Blanco traído piedra a piedra. Continuamos con Jacques Louis David, Rubens, Goya y ese niño tan lindo en rojo, Canalettos, Della Robbia, Rembrandt, Vermeer y su joven con aguamanil…
Comemos en la cafetería y al salir vemos alrededor del edificio un sinfín de pintores que venden sus obras en la calle. Compramos una acuarela del edificio del Plaza visto desde Central Park. Y alli nos vamos a descansar un rato, primero nos sentamos delante del estanque donde están los barquitos veleros teledirigidos con boyas incluso para hacer regatas.
Nos quedamos un rato largo y
luego nos adentramos hacia la zona donde está el tunel donde ocurren toda clase
de cosas truculentas por la noche en las películas y delante de la entrada hay
un violinista disfrazado de no se sabe qué que tiene delante un sombrero negro
boca abajo y escrito en el suelo " Propinas, gracias". En el lago la
gente pasea en barca o se sientan alrededor de la fuente. En la zona de Sheep
Meadow hay muchísima gente tumbada, tomando el sol, merendando o jugando, en
grupos o solos, la pradera es enorme y la gente no se molesta, están
suficientemente separados. Me gusta la libertad que se manifiesta aquí, unos en
bañador, otros vestidos, toda clase de personas y toda clase de atuendos.
Anochece y vamos a Times Square,
una cola enorme delante del Minskoff Theatre, la panorámica cartelera de
Piratas del Caribe, un Mc Donalds que parece un espectáculo más. Entre los
anuncios gigantescos, las carteleras, los neones y la multitud, el lugar es
bastante mareante.
Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: MIguel Roa Guzmán
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