Las fotografías de Miguel Roa: Viaje a Mallorca (marzo de 2022) (IV) La punta oeste y el sur

6 de marzo 2022 La punta oeste y el sur

Andratx

Andratx está cerca de Palmanova donde nos alojamos, en el interior, pero cerca del mar, pertenece a la comarca de la Sierra de Tramuntana. Un pueblo en damero con muchas cuestas porque está sobre la montaña El Ayuntamiento actual se ha mudado a una torre y palacio impresionante con jardines incluidos que se conoce como Castell de Son Mas. La parte más alta es la antigua, pasamos delante del antiguo ayuntamiento, mucho más pequeño, perseguidos por un gato muy pesado. Hay un antiguo convento trapense, y la iglesia de Santa María que está cerrada. En la parte baja una plaza bastante mona con terrazas y alguna casa interesante. Parece ser que aquí el 15% de los residentes son extranjeros, sobre todo alemanes. Antes en el pueblo se cultivaban almendros, algarrobos, higos, frutales y vides, la pesca en el Puerto de Andratx y había también fábricas de jabón.

De Andratx vamos a Sant´Elm que es una pequeña zona residencial de vacaciones muy coqueta rodeada de pinos y algarrobos que llegan hasta el mar y un pequeño pero muy bonito paseo marítimo. Enfrente hay un islote verde chiquitito y la isla Dragonera, que es alargada con unos promontorios que semejan las escamas de un dragón. Aparte de alargada es muy estrecha, su nombre no tiene que ver con dragón, si no con una hendidura en la tierra, una cueva de agua dulce que hay en la isla. Tiene un relieve muy escarpado en forma de dientes de sierra. Dragonera es un Parque Natural. Damos un paseo y después al Puerto de Andratx.

El Puerto de Andratx tiene un emplazamiento de los mejores y bellos que se puedan contemplar, es un puerto natural bastante cerrado que se adentra bastante en uno de los lados, entre dos promontorios, en un principio era el puerto de pescadores y es esa parte del puerto de pescadores la más tradicional. Pegadas al mar las terrazas de los bares y restaurantes, una a continuación de otra y el pueblo que se eleva un poquito sobre el mar. En la parte derecha está el puerto deportivo junto con los hoteles, apartamentos y villas. Es una zona muy exclusiva y preciosa.

Preguntamos donde está la iglesia por si hay suerte y podemos oír misa y en efecto, va a empezar ahora. La iglesia es pequeñita pero muy bonita y está llena, nos gusta la homilía del sacerdote y el ambiente en general. Observamos que ocho de cada diez personas que nos cruzamos no son españolas.

Nos acercamos a Santa Ponça que se encuentra ya a la vuelta, es decir en el suroeste, cerca de nuestro hotel y de Palma. Damos un agradable paseo entre los pinos y el mar por unos senderos y llegamos a un mirador con unas vistas increíbles. Todo esto es residencial con mucho jardín y poca densidad de construcción. Tienen un club náutico muy cómodo, sin playa pero con zonas para bañarse.

Volvemos al hotel a comer y por la tarde pensamos hacer el sureste: Ses Salines, playa Estrenc, Santany, el mirador des Pontas, cala Santany y Campos. Esta zona empieza en un Parque natural al que no nos dejan acceder y entonces vamos a la playa Estrenc, previo pago de 4 euros por el coche. Dejamos el coche en un aparcamiento dentro del parque, con suelo de tierra y filas y filas y filas de árboles, calculamos que caben unos 1000 coches. Desde aquí vamos andando a la playa, extensísima, de arena blanca y fina y aguas azules. Poca gente y mucha tranquilidad, supongo que nada que ver con el verano. En esta costa hay salinas, todo el Parque Natural está dentro de estos marjales y dunas en donde viven muchas aves. Hay unas cuantas calas que no se pueden visitar salvo andando varios kilómetros y solo pueden entrar con el coche los residentes. Es una costa baja y arenosa y cuando te alejas un poco del mar el campo es muy fértil y llano. Se van muchas casas de labranza, cuando son grandes haciendas se llaman “possessions”, pero si son más modestas no sé cómo se llamarán. Las veo de todo tipo. La tierra es rojiza, los muros de piedra seca y la piedra para las casas también y los núcleos de población son extensos y llanos.

Santanyí es uno de esos pueblos, tiene 1100 habitantes, casas bonitas, tiendas bonitas. Una plaza mayor preciosa donde está el ayuntamiento y varios bares con terrazas muy cuidadas, flores, un arco medieval hace de entrada y nos fijamos en las puertas que son extraordinarias. Un pueblo bastante homogéneo y armonioso. Nos ha gustado.

Desde aquí vamos a la Cala de Santanyí, que es espectacular, entra desde ahora mismo en el grupo selecto de calas baleáricas. Es muy profunda, casi parece una ría alta o un fiordo noruego, las paredes verticales de una caliza blanca y con mucho arbolado, estas paredes se van estrechando y el agua del mar azul, azul, entra y deja una porción de arena que no es muy ancha pero sí profunda hacia dentro formando una playa muy bonita. En las paredes de los acantilados edificios de apartamentos que parecen estar colgados y casas con unas vistas excelentes. Primero la hemos visto desde arriba y después hemos bajado a la playa.

Un poco más allá está el mirador des Pontás. Aparcamos el coche en la parte de arriba de la cala Santanyí y empezamos a andar por un sendero entre pinos, sabinas, arena y piedra caliza que va descendiendo hasta un punto en el que vemos una pequeña cala enfrente entre acantilados y¡ Oh maravilla! Un arco marino completamente separado del acantilado. Paisaje asombroso. Allí hay una cruz enorme hecha con fragmentos de piedra que es una escultura.

Por último, vamos a otro pueblo que se llama Campos y es una fundación del rey Jaume II de principios del siglo XIV con un edificio del ayuntamiento magnífico, unos cuantos palacios, conventos, iglesias, una plaza en remodelación y también una tipología de edificación uniforme. Tiene unos 10.000 habitantes. En su término una hermosa playa que se llama de Trench, otro enorme arenal. Repartidas por el pueblo hay siete torres de defensa, todas ellas están habitadas actualmente. Son de base cuadrada y hechas en el siglo XVI. La iglesia, también del XVI es gótica y ahora es un auditorio, el convento de San Francisco tiene fachada barroca y el Oratorio de San Blas es gótico. Para mañana nos queda el este de la isla.