14, 15 y 16 de julio 2007
El viaje empezó el sábado 14 de Julio cuando volamos hacia Madrid para encontrarnos con Rafa y Mari Cruz en el hotel Tryp Diana y al día siguiente salir hacia Pekín, desde ahora Beijing, vía Helsinki.
El vuelo a Helsinki no estuvo mal y en el aeropuerto de Vantaa estuvimos unas 5 horas, así que nos lo conocimos de pe a pa.
El vuelo hacia Beijing ya fue otra cosa, para empezar muy largo, y yo como siempre no pude dormir apenas, llegamos por la mañana de allí, que ya era día 16, y al rato de estar instalados en la habitación del hotel nos llevan a comer a un restaurante con buffet y después a un templo de budismo tibetano que se llama templo del Lama.
Antes de hablar del templo voy a explicar como era nuestra guía en Beijing. Se llamaba Fanny, bueno se llamaba Fan, que quiere decir barco que va viento en popa, pero para hacerlo más fácil las guías chinas se ponen nombres occidentales. Fanny es pequeñita y menuda, muy grácil, siempre con vestidos y sombrilla para no ponerse morena, educada y agradable a la vez seria y capaz. Nos contó una anécdota sobre ella, su marido y el horóscopo chino: Resulta que ella es conejo y él tigre, entonces sus padres no querían que se casara con él porque el tigre es un carácter fuerte y agresivo y el conejo es dulce, pero les va bien. También nos contó que en China los novios tienen que poner el piso, el coche y el anillo, las novias nada, como hay más hombres que mujeres debido a las leyes de natalidad ellas están muy solicitadas.
Llegando al templo del Lama nos enteramos de que el amarillo es el color imperial, nadie podía utilizar este color en su casa. El templo del Lama es la excepción ya que tiene el tejado dorado. El templo es un conjunto de jardines, y pabellones, en el jardín hay gyngkos biloba, árboles de hojas en forma de abanico.
Los tesoros del templo son sobre todo un enorme Buda de sándalo blanco, hecho de un árbol de 26 m de altura traído de Nepal. Era un regalo para el emperador Ching. Son muy llamativos los aleros de los tejados y los colores de las cornisas, muy vivos, en rojos, azules, verdes, dorados. En los patios que hay delante de los pabellones se queman varillas de incienso en unos grandes incensarios, los fieles las ofrecen allí y entran al pabellón, se arrodillan delante de la estatua de Buda e inclinan la cabeza. Fanny comenta que el Estado Chino es ateo y un gran porcentaje de la gente también, pero dice que actualmente hay bastantes fieles budistas, más que sintoístas o confucionistas.
El templo tiene 5 patios cuadrados, como la Tierra según ellos, en cada uno hay un pabellón, estos pabellones hacen de eje central y están orientados al sur. En un principio el templo era sólo imperial, y no podía entrar nada más que el emperador y su familia. Hay carteles en cada pabellón en la parte alta de la fachada en medio y están escritos en cuatro idiomas: el mandarín, mongol, manchú y tibetano. Las estatuas de los leones que están a las puertas de los pabellones representan la dignidad de la familia real, son un león con la pata sobre una bola y una leona con la pata sobre un cachorro.
En el interior a cada lado de la imagen hay una torre octogonal y delante ofrendas de frutas, aceite…Este buda del primer pabellón es el llamado Buda Chino o feliz, es gordo y está sonriendo, las ofrendas fijas son siempre dos candelabros, un incensario y dos floreros en este caso de cloisonne azules. En los laterales del pabellón hay 4 figuras de gran tamaño todas policromadas que tienen aspecto de cabezudos de cartón piedra, son las figuras de los guardias celestiales. Por el lado opuesto hay otra estatua de Buda dorado que vigila a los monjes.
En el segundo patio hay un incensario de bronce y una estela donde se informa de quién ha donado algo. El pabellón del segundo templo tiene tres Budas, en el centro está el príncipe Gautama, el Sakyamuni, es decir el auténtico Buda, los otros dos representan el pasado y el futuro en Buda por aquello de la reencarnación.
En el tercer patio y tercer pabellón otros tres Budas, en el centro el Buda para pedir longevidad, a la izquierda el de la salud y a la derecha el de la dignidad, en cada mesa hay ocho tesoros. Todo el oro es de pega, es pintado.
Cuarto patio y cuarto pabellón, es un aula de clase de los lamas, en el centro hay una gigantesca estatua de Buda, pero en realidad representa a un jefe tibetano de una de las religiones anteriores a Buda. En esta aula los monjes se colocan en bancos a lo largo sobre tarimas pintadas de amarillo.
En todos los pabellones hay unos estandartes de adorno con telas de seda de colores.
Nos acercamos al quinto pabellón que tiene tres pisos para poder meter la estatua del Buda gigante tallado en un tronco de sándalo del que ya he hablado.
Del templo vamos en autobús a la colina del carbón, vemos que Beijing es extensísimo y tiene un tráfico tremendo, hay obras por todas partes ya que se acerca la Olimpiada de 2008, es una ciudad bastante llana con alguna colina con barrios tradicionales de casas de cemento gris con aleros y dos alturas donde en el bajo están las tiendas y barrios muy modernos con grandes rascacielos, los primeros tienen ese color gris porque era el que la gente podía usar por decreto en época imperial. Además hay edificios de cuatro o cinco pisos de la primera época comunista muy feos y absolutamente deteriorados, da la sensación de que no los han pintado jamás.
Beijing tiene cinco anillos o circunvalaciones concéntricos y están construyendo el 6º y el 7º y 14 millones de habitantes contando las afueras.
La Colina del Carbón es un jardín enfrente de la Ciudad Prohibida que va ascendiendo hasta una torre desde la que se ve una panorámica muy bonita de la ciudad, el problema es que hace mucho calor y la calima no nos permite ver con nitidez, sólo se adivinan los tejados de la Ciudad prohibida .Se llama así porque formaron el montículo acumulando carbón, es decir, es una colina artificial, Beijing es llano y está a 44 metros sobre el nivel del mar.
Hay un canal que era el foso que protegía la ciudad y había una muralla que destruyó Mao.
De aquí nos llevan al Jardín del Palacio de Invierno y cada vez que nos bajamos del autobús nos asalta una turba de vendedores de toda clase de cosas, como relojes Rolex, bolsos Vuiton y Gucci, auténticamente falsos, claro, abanicos, libros, postales, sombrillas, gorras…son muy persistentes, además el ayudante de Fanny, un muchacho que ha venido del campo y se llama Xu, pronunciado a la francesa, nos está grabando en video y nos dice ¡Hola! Saludamos y así cada ratito. En el Jardín del Palacio de Invierno hay un lago con lotos, grandes círculos verdes con sus flores rosa flotando en el agua. Rodeamos el lago entre flores y árboles, es un paseo muy agradable.
Nos llevan al hotel y nos vamos a descansar que mañana va a ser un día ajetreado.
Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: Miguel Roa Guzmán, excepto 8 realizadas por Rafael Roa Guzmán
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