Domingo 9 de febrero
Nos vamos a Denia, provincia de Alicante para pasar el día con la familia. Denia es el punto intermedio entre Cartagena y Oropesa, capital de la comarca de la marina Alta, con una población de unas 40.000 personas en invierno y cerca de 200.000 en verano. Ciudad muy agradable, con un castillo enorme y espectacular, magnífico, visitable y recorrible con subida larga pero fácil. El centro es bonito con buenos bares y restaurantes, un puerto deportivo estupendo… no se puede pedir más. Hemos llegado a las 11 y después de un café en una terraza, cerca del mar, han llegado Pablo, Virginia y los niños y nos hemos paseado por el centro, hemos visto la playa, subido al castillo y comido muy bien muy bien en Ca Pepa Teresa en calle de Loreto 23 , a los pies del castillo y muy cerca del mar, celebramos el cumpleaños de Miguel con un día de retraso.
Después de comer un
helado en la heladería Clima en plaza Fontanella, al lado del puerto deportivo
y del atraque del ferry que va a Ibiza. Ha sido un gran día. A media tarde nos
tenemos que volver para que no se nos haga de noche. Hemos pasado por el by
pass provisional de 2 Km del ministro Puente a la altura de la Horta Sur de
Valencia, que se hizo porque el agua se llevó un tramo de carretera completo.
Lunes 10 de febrero
Esta mañana cambiamos la ruta que íbamos a hacer por mal tiempo en esa zona y hacemos el santuario de la Balma, pero resulta que está cerrado, vemos el meandro del río Burgantes y arriba el santuario excavado en la roca que tiene cierta semejanza con las casas colgadas de Cuenca. La formación rocosa son calizas margosas y se erosionan mucho. El terreno es de montículos cortados por el río con vegetación de pinos.
Ya de vuelta hacia Morella llegamos a Ortells y
damos un paseo. La tipología es como la del Maestrazgo al que pertenece,
piedra, balcones, aleros pronunciados, corredores y un palacio del XVI. Este
camino lo hicimos cuando nos quedamos unos días en San Clemente para la ruta
del Maestrazgo y el Matarraña, esos pueblos impresionantes con un patrimonio
riquísimo de la ruta del Cid y del general carlista Cabrera.
Nos dirigimos a Vallbona pasando por Forcall para recordar una anterior visita atravesando el puente del río Caldes, bajando al fondo del valle, entre pinos, encinas y sabinas se alcanza Vallbona en la parte más ancha del desfiladero del río Cervol que ahora tiene el cauce seco en un tramo, el resto no. El pueblo está encajado en un tajo, nos dicen unos carteles que había herrerías y molinos de agua, unas niñas juegan en un pequeño espacio que es como un balcón sobre el río. No nos tropezamos con nadie más.
De aquí a Traiguera que está cerca, pero
no tiene nada especial, solo el santuario de la Salud que está cerrado, en el
exterior un templete muy alto que alberga una cruz sobre una columna que
representa la Trinidad. Todas las cruces fueron destrozadas en la Guerra Civil
por los republicanos de izquierdas, no se de que filiación política. El actual
templete es nuevo y las siete cruces que hay en el camino también. En el atrio
de la iglesia está la fuente de la salud. El conjunto es bonito.
Volvemos
al pueblo a una tasca a comer pizza y luego a dar una vuelta. En general tiene
edificios interesantes restaurados con criterio y otros extremadamente feos,
por lo tanto hay demasiada mezcla y el conjunto no es destacable. La iglesia sí
lo es, muy curiosa y monumental, con base en un edificio gótico, se construyó
en estilo renacentista y se terminó en el siglo XVII; dedicada a la Asunción de
la Virgen, tiene una portada que podría ser de Vignola y tres naves en el
interior. Trabajó en ella el maestro de obras de San Mateo en el campanario que
es muy esbelto. El interior muy amplio, de planta central rectangular, ábside
octogonal y torre octogonal, con mezcla de elementos góticos como son las
bóvedas de crucería y arcos de medio punto sobre pilastras y entablamentos
clasicistas. Hay un museo de orfebrería religiosa con objetos del Papa Luna
(Benedicto XIII). La puerta de madera de la portada oeste es gótica,
maravillosa, bastante deteriorada pero se conserva y mantiene sus bisagras y
herrajes. Merece una restauración.
Es muy
interesante a su vez el edificio del Ayuntamiento, muy parecido aunque más
pequeño al de San Mateo, de estilo gótico civil aragonés.
Volvemos a Marina D´Or y paseamos por la playa, observando los edificios de primera línea que están separados del mar por una franja ancha de jardines. Los edificios tienen piscinas y zonas comunes delimitadas por vallas que son muy variadas, desde vegetales hasta ladrillo y aluminio, combinación de ambos, hierro…y todos con cámaras de seguridad y unas grandes terrazas. La playa en sí no es muy ancha y en determinadas zonas tiene cantos sin arena. Un cartel explica que si se completa el aforo de la playa pues esta se clausura. También dice que cuando pasees por la orilla guardes dos metros de distancia con otra persona y camina siempre por tu derecha. Sin comentarios.
Textos Ximena Prieto Álvarez
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