Lunes 24 de febrero de 2025
Esta
mañana nos fuimos temprano a ver dos navetas en Rafal Rubí, entre Alaior y
Mahón. Están bastante bien de estado, les falta la segunda planta casi por
completo, en esas segundas plantas se encontraron numerosos restos de cadáveres
e incluso ajuar funerario. El piso inferior lo usaban los pastores para meter
ganado y por esta razón no hay restos. La datación del poblado va desde 1400 a.
C. a 800 a. C. Las navetas eran enterramientos colectivos y el poblado está
bastante cerca, pero de él apenas queda nada. El lugar es muy bonito, unos
prados llanos cuajados de flores con vegetación de acebuches.
De aquí
nos vamos al Parque Natural de Sa Albufera, al NE que ocupa desde Cala en Brut
hasta Es Grau. Hemos elegido la zona de Es Grau, vimos pájaros y aves zancudas,
patos e incluso peces desde un observatorio de esos de madera en el humedal de
Sa Albufera en un recorrido andando. Luego llegamos al pueblo de Es Grau frente
a la isla d´ En Colom. No está mal, pero no es una cosa del otro mundo, la
tierra es gris, silícea. A los ornitólogos les encantará seguramente.
Por la carretera nos encontramos con la ermita de Nuestra Señora de Fátima, construida en 1956 de piedra roja, para que los campesinos pudieran ir a misa sin desplazarse a Mahón.
Vamos hacia Cala Canutells, ya en el sur, cerca del aeropuerto. Esta cala tiene mucho encanto, es estrecha como todas las de Menorca y de arena blanca.
Por la
tarde hemos ido andando desde el hotel hasta la playa de Cala En Blanes, arena
blanca, muy pequeña y muy estrecha pero bonita. Queríamos ver como se llegaba
hasta Sa Farola, o sea, el faro de Ciutadella. Desde Cala En Blanes hemos
vuelto al hotel andando y hemos cogido el coche para llegar hasta Sa Farola,
que está justo al otro lado del Camí d´En Baix que hicimos el otro día. El
puerto de Ciutadella tiene varios entrantes y este de Sa Farola se llama el
barrio de la Asunción, nació cuando la gente se hizo casetas y casas para
bañarse a finales del XIX y principios del XX. El faro es de 1860 reinando
Isabel II y hay una ermita dedicada a la Asunción, más que ermita es una
capilla. Las casas del barrio tienen jardín delante y algunas son muy grandes
con unas vistas extraordinarias.
Martes 25 de febrero de 2025
Dedicamos
la mañana a ir a Mahón y visitar La Mola. La Mola es una enorme fortaleza
situada a la entrada del puerto de Mahón en la margen derecha. La fortaleza de
la reina Isabel II se construyó entre 1848 y 1875. Después de una fuerte
presión británica los ingleses pretendían volver a la isla para usar la
fortaleza como base de defensa contra los franceses. Antes de acabar de
construirla, la fortaleza quedó anticuada con respecto a la tecnología de artillería,
y hubo que cambiar todos los cañones y replantear el sistema de defensa con una
serie de baterías costeras en toda la costa menorquina, que fueran capaces de
disparar desde distancias bastante considerables.
Tiene un
foso enorme, muchísimos subterráneos, cuarteles, un campo de fútbol, un
depósito de agua gigantesco, incluso tuvo un hospital para soldados rusos que
hizo construir la Zarina Catalina la Grande cuando la fortaleza estaba en manos
británicas. Todo el recinto tiene unas vistas extraordinarias como no podía ser
de otra manera. Se puede hacer un recorrido corto, de una hora y media u otro
largo y los dos se pueden hacer en cochecito.
Nuestro objetivo siguiente es Punta Rafalet que es el extremo costero que sale una vez pasado el puerto de Mahón.
Ahora subimos hasta San Clemente y de ahí a Alaior, Es Mercadal, Ferreries y Ciutadella. En Menorca no hay carreteras alternativas.
Por la
tarde llegamos con el coche hasta Cala En Blanes y desde ahí nos fuimos andando
hasta Sa Farola, por el camino se ve la cala desde arriba y el mar a nuestra
derecha todo el tiempo, a la izquierda algunas casas cuando ya te vas acercando
a Ciutadella. Y así andando, nos despedimos de Sa Farola y del almirante
Farragut allá en frente al otro lado del puerto y nos volvimos andando.
Miércoles 26 de febrero de 2025
Esta
mañana para despedirnos de Ciutadella paseamos por la parte de abajo del
puerto, era temprano y hacía frío. Cuando subíamos nos tropezamos con unos
reporteros de la televisión balear y nos hicieron unas preguntas, con nuestro
consentimiento claro, sobre que nos gustaba más de las islas. Como estamos aquí
en Menorca, yo les dije que cala Galdana y cala Macarella y Ciutadella y Miguel
los monumentos talayóticos. El programa no lo podemos ver porque es para el día
de las islas.
Después atravesamos el puente donde termina el
muelle para cruzar al otro lado y nos entretuvimos viendo los barcos y pensando
en el ambientazo que habrá en verano con todos estos bares abiertos y las
terrazas. Luego volvimos para hacer unas
compras y en eso empezaron a caer gotas, pero poca cosa, nos resguardamos en la
casa del obispo, un palacio muy bonito por cierto y cuando escampó nos tomamos
un café en frente de la catedral en un sitio que tiene sillas en la terraza,
pero no mesas, te sirve el café en vasos de cartón y no tiene baños, un local
diminuto que no reúne las condiciones para tenerlos, la camarera muy amable eso
sí. Lo que no entiendo es le hayan dado licencia de apertura.
Entramos
en una tienda de ropa al lado del bar y después nos vamos a la farmacia
Llabrés de estilo modernista, una antigua farmacia que existe desde principios del siglo XX, 1909
exactamente, fue cambiando de dueño, pero ninguno de ellos la modificó así que
se conservó íntegramente (la rebotica, el laboratorio, la sala de consultas).
El hijo de la última propietaria la cerró en 1985 y falleció en 2009. Dejó en
herencia la farmacia a los reyes de España y si no al Estado de Israel. Los
reyes aceptaron y ahora la lleva la asociación Hesperia que cede el uso de las
dependencias a la Fundación para personas con discapacidad isla de Menorca
desde 2022, por lo cual no cobran entrada, piden un donativo de 1 euro por
persona. Es muy interesante y muy completa y además te explican con un video
toda la historia.
Vamos a
comprar quesos y después nos tomamos un vermut de la casa en Ulisses, un bar de
la plaza del mercado, posiblemente fuese una pescadería antes, apenas
transformado está muy bien. La calle Ses Voltes está engalanada con banderolas
y gallardetes rojos y están colocando los puestos de un mercado medieval. Nos
despedimos de Ciutadella con cierto pesar, nos gusta.
Por la tarde hemos ido a Cala En Bosc que está al suroeste cerca del faro Artrutx. Tiene una playa de arena blanquísima y finísima y unas aguas azules preciosas.
Desde allí continuamos a Son Xoriguer, que es una urbanización extensa, tiene dos playas que no están nada mal de tamaño y conservan bastante bien su aspecto natural ya que no se puede decir que sean urbanas. Hay casas y un caminito para peatones y senderos que dan a la playa. Es una playa no acantilada, de fácil acceso tanto esta como la cala En Bosc, muy agradables las dos. Ayuda también el tiempo que está despejado y la temperatura es bastante cálida.
Volvemos un poco antes de las 7 para entregar el coche. La agencia de alquiler de coches es muy recomendable, la persona que nos atendió también, te dan facilidades y no te ponen pegas y además está al lado del hotel.
Jueves 27 de febrero de 2025
Vuelta a casa,
pero muy tarde. El avión sale a las 18,20 horas así que hacemos desayuno y vamos
a andar un ratito hasta Cales Piques, una cala cerca del hotel muy cerrada, con
un camino de bajada malo o bien por unas escaleras empinadas que además están
dentro de una urbanización. Cuando estamos volviendo al hotel vemos el barco de
Balearia saliendo de Ciutadella camino del puerto de Alcudia de Mallorca. Hoy
se ve perfectamente la costa norte mallorquina con la sierra de Tramontana, la
bahía de Alcudia y la de Pollensa que tanto nos gustan. Como hace viento del NW
se ha despejado el cielo.
Dejamos la
habitación antes de las 11, nos entretenemos por los salones del hotel hasta la
hora de comer y a las tres y diez llegó el autobús para el aeropuerto. Llegamos
a casa a las 10 de la noche, habiendo aterrizado en Sevilla a las 8 pero nos
retrasó la salida de mi maleta que lo hizo de las últimas.
Textos: Ximena Prieto Álvarez
Fotografías: Miguel Roa Guzmán