19 de julio Heidelberg
"Vamos ahora a la plaza de la universidad con el edificio principal del XVIII, el edificio fue restaurado gracias a los norteamericanos después de la II Guerra mundial, digo restaurado y no reconstruido porque Heidelberg fue la única ciudad que no fue bombardeada por expreso deseo de los norteamericanos, después de la guerra fue cuartel general USA durante 40 años.
La universidad ahora tiene unos 20.000 estudiantes y 800 profesores, la facultad con más prestigio es la de medicina, además la ciudad es el centro de empresas de informática como impresoras.
Donde estaba el arsenal del príncipe hay una plaza y están los comedores universitarios, al lado un edificio ultramoderno que es la facultad de historia. En la esquina hay un edificio construido en el XVIII con las piedras de la muralla para guardar el grano que pagaba el pueblo, era un silo. Un poco más adelante llegamos al lugar donde estaba la mayor sinagoga de Heidelberg que fue quemada la noche de los cristales rotos, en el suelo está marcado el perímetro y en un muro hay una placa de piedra enorme con los nombres de las victimas en el lugar de la torah hay una escalinata y una menorah. En Heidelberg había unos 300 judíos, era una comunidad pequeña. Me fijo en los apellidos de la pared y leo varios Wolf, una familia entera.
Estamos en frente del paseo de los filósofos, en la parte baja, al lado del río quieren construir un nuevo palacio de congresos pero el proyecto es polémico y van a organizar un referéndum, hay carteles por toda la ciudad a favor del si y a favor del no, el edificio es moderno y los del no creen que desde el paseo de los filósofos se vería feo, sin embargo han aprobado un edificio que está muy cercano al castillo y que se ve bastante y todos pensamos que daña más la vista, Marcela critica al alcalde.
Unos pasos más y estamos en el puente, este puente es de piedra roja y tiene dos torres del siglo XIII, ha sufrido muchas riadas, en la entrada hay una escultura que representa a un mono y entre las torres una puerta monumental, mirando a la derecha en el puente se ve el valle del Neckar que se va cerrando y hacia la izquierda el valle del Rhin y mirando al frente a las puertas del puente vemos el castillo, que tenía un jardín barroco.
Nos paramos en el puente un rato delante de la escultura de Carlos Teodoro, hijo de Federico el Grande, este príncipe elector dicen que tuvo 200 hijos, a su favor diremos que tuvo inquietudes culturales y fue un gran mecenas para el Palatinado. La tarde es muy calurosa, todo el día está haciendo mucho calor y el cielo totalmente despejado, las terrazas están llenas de gente.
Caminamos por la llamada calle de piedra que sale del puente, es la más antigua de la ciudad y se llama Steingasse, esta calle tiene tiendas con objetos de cristal y vidrio, algunos anticuarios y muchos cafés, llegamos a la casa del caballero de San Jorge, o casa Ritter (Ritter significa caballero), ahora es un hotel, este caballero era un hugonote que huyó de Francia, es de estilo manierista pre barroco, tiene unos lemas religiosos en la fachada en latín, uno de ellos es “ si Dios no está contigo, edificas en vano”. Al lado está la iglesia protestante que es muy sosa. Es del siglo XIV la original, los franceses la destruyen y se reconstruye en el XIX poniéndole algunas vidrieras modernas, su advocación es del Espíritu Santo, se reconstruye en estilo neogótico con tres naves y bóvedas de nervios.
Detrás de la iglesia está la plaza del ayuntamiento y alrededor del ábside de la iglesia hay muchas tiendecitas adosadas, algunas son de la iglesia, venden artículos de artesanía y recuerdos para turistas. Esta plaza es barroca, pero popular, es la plaza del mercado de granos, con una escultura de la Virgen y el Niño en una fuente. Es una virgen contrarreformista, dice:” No es a la piedra, ni a la imagen ni a la columna, es a la madre y al niño a quién honramos aquí”.
En 1689 las tropas de Luis XIV destruyeron el Palatinado y Heidelberg se reconstruye a partir del XVIII en un barroco sencillo porque no había dinero, es decir, por esto no existen las perspectivas barrocas amplias. Cuando se pide hacer iglesias se reconstruyen las que se puede y se dividen en dos partes físicas, la católica y la protestante, luego cambia la capital a Manheim.
En esta plaza del mercado de granos desde la que se ve el castillo, nos despedimos de Marcela, como ya he dicho una estupenda guía y además muy divertida. Miguel y yo nos vamos a pasear y a comprar algunos regalos en el rato que tenemos libre."
"De vuelta al autobús pasamos por la fábrica de Wella muy moderna y enorme. Cuando llegamos a Franckfurt nos damos un paseo por el otro lado del río, donde están los museos y está todo lleno de gente tumbada, bebiendo y comiendo y tomando el sol, la gente deja sus botellas en el suelo para que las personas que se dedican a eso las recojan, hay gente que tiene una pensión muy baja, nos dicen que 200 euros y necesitan recoger las botellas, les pagan por ello 0,09 céntimos por cada una. Luego volvemos al centro, buscando algún puesto de fruta pero nada, y volvemos al hotel, nos tomamos una ensalada Cesar y a dormir, hoy hemos madrugado bastante y estamos cansados."
Textos: Ximena Prieto
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