Viaje a Croacia y Eslovenia (I)

28 de Julio de 2012 sábado

Hace veintisiete años hicimos un gran viaje con nuestro coche por el sur de Francia, Italia, Grecia y Yugoslavia que duró todo el mes de julio. Fue una aventura entrar en la ex Yugoslavia, lo pasamos regular porque no había apenas campings, ni tiendas, ni bares ni restaurantes y lo peor, ni gasolina, ni carreteras, acababa de morirse Tito y todavía tenían fotos enormes de él en las ciudades como en Split, eso sí, el paisaje precioso.

Así que este año vamos a repetirlo para ver la diferencia.

Salimos a las 9 de Jerez y llegamos a Zagreb a las 2 de la tarde. Hacía calor, el aeropuerto es pequeño, autobús hasta la terminal y control de pasaportes. Nos espera el guía Frederic que es de padre croata y madre peruana. Miguel le dice que habíamos estado aquí antes de que esto fuese Croacia y él dice: “Croacia siempre existió”, vaya, tenemos guía nacionalista.

El grupo está compuesto por 38 personas, media de edad la nuestra, en un principio no parecen muy amigables, ya veremos. Nos llevan al hotel que se llama Westin, un edificio de 14 plantas cerca del centro. Dejamos las maletas y como tenemos la tarde libre nos vamos al centro andando. Hay muchas zonas verdes y avenidas amplias, edificios sin arreglar, aunque hay bastantes ya restaurados. Son casi todos historicistas y barrocos. La ciudad no es grande, un millón con toda la zona de influencia, funciona el tranvía y hay muchos parques y un paseo a todo lo largo del rio Sava.

Justo antes de llegar a la plaza de la catedral hay otra plaza en la zona baja donde nos tomamos una cerveza y luego vamos a la plaza de la catedral, muy espaciosa, con una columna de la Virgen con ángeles dorada , parte de la muralla y un torreón a un lado y el palacio del obispo al otro lado. La catedral es gótica y está totalmente reconstruida, parece que la destruyó un terremoto, y ya que estamos, oímos misa, como podemos, claro, porque es en croata. En la entrada un señor avisa de que va a empezar la misa y revisa el largo de los pantalones y los escotes. Seguimos la misa lo mejor que podemos y observamos que hay muchos jóvenes.

A la salida paseamos, llegamos a la plaza del mercado, ya no hay sombrillas rojas en los puestos porque es por la tarde, pero mañana por la mañana las veremos. Andando hacia arriba entramos en un arco que era una de las entradas de la muralla y es la única que permanece porque es de piedra, dentro del arco hay una capilla con una virgen rodeada de placas con los nombres de las personas que fueron favorecidas en sus peticiones, en vez de exvotos son placas de piedra blanca. A un lado hay unos bancos para rezar y están llenos de gente. Llegamos a una zona alta con muy buenas vistas sobre la ciudad, se ven las tejas rojas de los tejados de forma redondeada, desde allí sale un paseo con árboles y puestos de artesanía, sobre todo pintura. Bajamos por unas escaleras, unos 55 peldaños, aunque hay un ascensor como el de Lisboa a la zona baja y a la calle principal con tiendas como Zara, Mango, tiendas de corbatas ya que corbata viene de croata y corazones rojos que imitan la tarta típica en forma de corazón.

Hace calor, unos 35º, hay indicaciones de los museos de la ciudad y los hay para todos los gustos, incluido el de Drazen Petrovic, el gran jugador de baloncesto.

Zagreb en su origen eran dos ciudades: Kaptol, la religiosa y Gradec, la ciudad real y de los artesanos.