viernes, 9 de septiembre de 2011

VIAJE AL PAÍS DE ALEJANDRO MAGNO. MACEDONIA (Grecia) julio 2011 (VI) Thassos, Skala Panagia, Panagia.




Viernes 22 de julio

Thassos

A las 9 de la mañana dejamos Salónica y vamos en dirección este hacia Kavala y Keramoti para coger el ferry a la isla de las sirenas, Thassos, es una isla bastante grande que tiene un perímetro de unos 100 Km, el hotel está en el noreste en Golden Beach.

El paisaje es precioso, pasamos por dos lagos muy grandes, montañas verdes de vegetación y al pié campos cultivados, pueblos a la orilla de los lagos. Salimos a la orilla del río Estrimón atravesado por Alejandro muchas veces y más allá está el monte Pangeo, de donde Filipo sacaba el oro. Filipo llevó a Alejandro al Pangeo para que viera de donde provenía el dinero de las campañas militares de Macedonia. En el monte se ven canteras y caminos que serpean hasta las cumbres, en realidad el Pangeo no es sólo un monte, son varias cimas, pero la más alta es la que se llama Pangeo. En la base hay pueblecillos con su estructura característica de casas con jardín de dos plantas y tejados rojos a varias aguas, cultivos de regadío como en toda Macedonia, las llanuras son muy fértiles, hay mucho agua y las montañas están absolutamente cubiertas de vegetación, es algo que repito constantemente pero es que es muy llamativo. Uno de los pueblos más bonito de llama Elefteroupouli.

Continuamos hacia el este y nos tropezamos con una isla y una pequeña bahía , la de Péramos y la de Hiraklitsa.

Llegamos a Keramoti, un pueblo con varias islas y se cierra en una ensenada enfrente de Thassos, hay esteros en un lado y en el otro bosque, un puerto deportivo y una playa que da la vuelta a la punta de la ensenada, también hay un aeropuerto a unos 5 Km que se llama Alejandro el Grande y un pequeño astillero.La distancia desde Keramoti a Thassos  es de 4 Km nada más, no tenemos que esperar nada, nos subimos al ferry enseguida. El viaje muy agradable, vamos viendo la ensenada de Keramoti y Thassos de frente. En el barco las gaviotas comen de la mano de los niños y dos músicos nos amenizan con canciones griegas y eslavas porque en el barco van muchos búlgaros y creo que rumanos también, además de los griegos. El viaje dura media hora y a las 12 estamos en Limenas.






















Skala Panagia

Tenemos que ir a Skala Panagia, el puerto de Panagia, la ciudad que está en alto, nosotros vamos a la playa al hotel Alexandra Golden Boutique, en unos 15 minutos estamos allí.

El hotel está a pié de playa, tenemos suite en planta baja con jardín delante que da a la playa, esto es el Paraiso, incluso la temperatura es muy agradable. La puerta de la habitación da a la piscina y la puerta acristalada del dormitorio da al jardín y a la playa. Nos instalamos después de aguantar una perorata larguísima en inglés por parte de la recepcionista que sigue Pablo atentamente y vamos a comer a una taberna  cercana, el dueño en principio no se cree que seamos españoles pero después nos dice que él es Julio Iglesias y alguna frase en español.

Después de una mini siesta vamos a la playa, donde hay sombrillas, tumbonas, timbre para llamar al camarero, el agua está estupenda, transparente y calentita, la playa es larga y está cerrada por un lado con un promontorio y por el otro con un pequeño puerto pesquero.

En el jardín hay olivos tricentenarios con unos troncos descomunales, rosales y cesped. Esto no puede ser más bonito de lo que es.















Panagia

Vamos a cenar a Panagia que está justo encima de la playa, por una carretera muy empinada con curvas de vértigo llegamos al pueblo y ¡es precioso! Y lo mejor es que se parece a Vegadeo (Asturias), vamos a ver, hay corredores de madera, riachuelos y puentes, llena de flores y de parras, incluso hay parras en las calles por donde baja el agua, esas calles tienen barandillas y las parras están sujetas a esas barandillas y forman como un techo verde en la calle,muchas fuentes, agua corriendo por mitad de las calles, tejados de pizarra o similar. Callejeamos y hacemos alguna compra y buscamos un sitio para cenar, nos decidimos por una terraza que se llama Helena, nos invita Virginia.

Cenamos albóndigas, gambas y hamburguesa griega y Miguel decide fiarse de la camarera y le deja elegir a ella, le trae un cordero asado buenísimo, además de la ensalada griega y la rentsina Malamatina (vino) de siempre. La camarera nos dice muchas gracias en español, y cuando casi habíamos terminado empezó un ataque de hormigas voladoras, los camareros apagaban las luces de la terraza y las hormigas se posaban en las calvas, cabezas, manos, brazos y de todo. Como habiamos terminado nos fuimos a tomar un helado y luego dimos un paseo.

El pueblo tiene muchas placitas, las señoras se sientan en las puertas a charlar, todas las tiendas abiertas, incluso la peluquería. Compramos ouzo y otros recuerdos para los que no están.¡Muy bonita Panagia!

Es muy dificil explicar lo que ves y te gusta. La noche calma, temperatura ideal, cielo estrellado, ninguna contaminación lumínica.¡Este país es tan bonito! Comprendo por qué la mitología griega es como es, todo esto es pura magia, la naturaleza increible y muy variada. Las Cícladas son otro mundo, Santorini por su naturaleza volcánica no tiene nada que ver, esta isla es completamente diferente, el Peloponeso, el Ática es otro paisaje, Grecia es mucha Grecia, señores.









Textos: Ximena Prieto

Fotografías: Miguel Roa

1 comentario:

mrayah dijo...

como se nota que habéis disfrutado de lo lindo. Me alegro.