jueves, 28 de marzo de 2019

Menorca: Lithica Las canteras de S´Hostal


Antes de viajar a Menorca, como siempre hacemos antes de un viaje, lo planificamos para ver qué lugares parecían interesantes para visitar, uno de los sitios era LITHICA y ¿qué era ese Lithica donde aparecía un laberinto?

Nos costó un poco encontrarla, tras despistarnos un par de veces o aparecer por la puerta trasera (cerrada) siguiendo al GPS, por fin dimos con la entrada, aparcamos el coche al lado de otros dos o tres y nos dirigimos al inicio. Allí había unas oficinas y la puerta estaba entreabierta y colgados en ella folletos sobre el lugar, cogimos uno y pasamos hacia adelante.

En principio no se veía nada, pero en una valla había un gran ojo tallado en la piedra como lugar para ir a mirar y de pronto apareció ante nosotros una inmensidad de espacio vacío hacia abajo y allí estaba ese gran laberinto que habíamos visto en las fotografías.

La siguiente fotografía muestra una gran piedra, trozo de una pared, que ha sido tomada como totem y logotipo de este lugar.

Lithica - Las canteras de S´Hostal es un conjunto de canteras de piedra de marés abandonadas y reutilizadas después como espacio cultural. Allí se encuentran numerosas canteras de las que se extraía manualmente la piedra de marés, estas canteras cuando se abandonaban se volvían a reutilizar como huertos con la gran ventaja de estar protegidas del viento al estar por debajo del nivel del suelo.

Junto a esas canteras de extracción manual hay otras cuya extracción de piedra se hacía mecánicamente desde mediados del siglo XX.








Sorprende la dimensión de estos espacios vacíos, del trabajo realizado, de las formas generadas.

Iniciamos la visita por las canteras manuales, donde se han ido reintroduciendo las especies autóctonas de la isla a modo de jardín botánico y adaptándose a los espacios dejados después de abandonar la extracción de piedra.

Las vamos viendo desde los caminos, desde arriba, aunque en algunos casos bajamos hasta el fondo de alguna de estas canteras.








La piedra de marés es una roca arenisca de diferentes colores (blanco a ocre) bastante permeable y de dureza variable. Por ser permeable cuando se utilizaba como elemento principal de construcción (hasta el boom turístico de los 60-70) se impermeabilizaba por fuera con cal.




Cantera de los naranjos.




Cantera estanque. Con plantas de los humedales de agua dulce y de ribera.




Cantera del Jardín Medieval.






Aquí se aprecia una escalera que servía de acceso al fondo de la cantera.




La cantera más grande es la del Anfiteatro, tiene este nombre por haberla adaptado a ese fin y ser utilizada para conciertos y obras de teatro en determinadas fechas por lo que dispone de una zona habilitada y construida para escenario.













Para que comprendáis la escala observad en la siguiente fotografía un punto blanco aproximadamente en el centro de la misma casi en la confluencia de la rampa que asciende con la pared vertical del frente: es XIMENA.



Y el puntito de abajo soy yo.



Zona del escenario con un gran hueco que da a otras canteras de menor tamaño. Ésta es una en las que se extraía la piedra con maquinaria.



La intersección de planos va generando volúmenes y formas muy impactantes.





La vegetación y la fauna se adaptan como pueden a las nuevas situaciones, los pájaros han encontrado un buen hábitat en las ranuras que iban dejando las máquinas al cortar la piedra. Y algunas plantas también.




Las cuchillas generaban estas curiosas geometrías y formaciones modulares de forma involuntaria.




Si subimos desde la cantera del Anfiteatro desembocamos en la del Laberinto, llamada así  por la presencia allí de un laberinto que ha sido creado con más de 3000 prismas de piedra de marés, éste ha estado inspirado en el laberinto del minotauro, es de planta cuadrada y con siete pasadizos concéntricos. Cada una de estas piedras puede ser apadrinada por quien quiera, están numeradas.

Este laberinto de piedra creado de forma artificial se une a otro laberinto vegetal en otra de las canteras o al propio laberinto que forma el conjunto.






Aquí se puede apreciar el tamaño por comparación con las personas que están junto al laberinto.




















Desde dentro del laberinto hay otras visiones del conjunto.


Un rato estuvimos andando los pasadizos.

















Estas canteras, situadas a 1 kilómetro de Ciudadela,  estuvieron a punto de perderse y la asociación sin ánimo de lucro Lithica las recuperó para su disfrute y uso cultural por iniciativa entre otros de la escultora Laetitia Sauleau. 

Algunas consideraciones finales:

Como este conjunto tiene un fin didáctico, junto al aparcamiento hay información de la construcción de las paredes de piedra seca (sin mortero de unión), hay un ejemplo de cómo se construyen estas vallas que están repartidas a lo largo de centenares de kilómetros a lo largo y ancho de toda la isla. 




Por allí nos encontramos a estos dos miembros de la fauna del lugar, uno luchando por su supervivencia y el otro por su desayuno. Ganó el gato y se comió a una de las populares lagartijas menorquinas.




En las proximidades de las canteras se encuentra esta casa construida con piedra de marés y en estado lamentable de semi-ruina, esperemos que pronto alguien la rehabilite y le de una segunda oportunidad a esta maravilla construcción.



Visitando estas canteras pasamos al lado de una que aún mantienen su actividad y de tan impresionantes medidas como las visitadas y que puede que algún día se incorpore como otro espacio al conjunto de Lithica.



Ahora sí sabemos por qué había que visitar este lugar y que sin duda recomendamos porque la experiencia merece la pena, ya nos contarán.

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