miércoles, 20 de noviembre de 2019

Viaje por Tierras de Cuenca: Cuenca (IV)



5 de Noviembre de 2019
Hoy pasaremos todo el día en Cuenca y dormiremos aquí la noche de hoy y la de mañana.

Hemos quedado con un amigo de Miguel que se llama Salvador y al que hace mucho tiempo que no vemos. Una persona encantadora que nos va a enseñar esas cosas que un turista no llega a disfrutar.

Llegamos sobre las 11 de la mañana y después de acomodarnos en el hotel y saludar a Salvador, subimos a la plaza de Torremangana, esta zona es la parte más antigua de Cuenca con vestigios prerromanos, romanos y medievales tanto musulmanes como cristianos. La torre llamada Torremangana es el alminar de la mezquita aunque ahora más parezca una torre defensiva cristiana. Hay una zona de excavación arqueológica que está a la vista. El lugar tiene unas vistas de la ciudad magníficas.

















La catedral de Cuenca siempre me gustó mucho, me recuerda a alguna de las catedrales francesas normandas, sin pináculos ni chapiteles, aunque por lo visto sí tenía un chapitel en el crucero que se quemó. Si miramos  hacia la plaza cuando salimos de la catedral vemos las casas que configuran la plaza de distintos tonos que recuerdan a mi amada Siena. 























Paseando hacia el Museo de Arte Contemporáneo nos encontramos con un amigo de Salvador que hace dibujos y acuarelas para los turistas, Salvador le compra dos dibujos y nos los regala.











No podemos acceder al puente porque está cortado por obras por lo que después de admirar el paisaje desde al lado del museo regresemos hacia la plaza de la catedral.


Al otro lado vemos el Parador Nacional y el museo de Gustavo Turner en la iglesia de San Pedro a donde iremos más tarde.









Por una calle estrecha que baja en paralelo a la plaza vamos paseando hasta la Capilla de las Angustias entre paredes verticales de roca y hojas amarillas que tapizan el suelo. Pasamos por delante de la casa Zavala donde está la colección Antonio Saura y muchas casas imponentes con jardín que dan a la hoz del Huécar. Por cierto, desde la plaza Mayor no se puede bajar al puente porque está en obras.













Aquí nos contó Salvador la leyenda sobre esta cruz y la mano que aparece en el, tendréis que ir a Cuenca para que os la cuenten.
























Ahora vamos a hacer en coche la ruta turística de la hoz del Huécar completa, las paredes tan verticales con esas formas tan caprichosas que adquiere la caliza y los huertos que hay al lado del río. Damos la vuelta y subimos hasta la parte alta de la ciudad y de repente nos la topamos ,es una estampa inolvidable.
































Después de una cerveza con tapa nos vamos a comer al mesón Darling cosas típicas como zarajos, morteruelo y manitas de cordero rebozadas con un vino de Uclés tan bueno como la comida, Dominio de Fontana, tinto tempranillo y sirah de Fuente de Pedro Naharro.





Zardajos:




Luego a tomar café al Parador, al otro lado del Huécar desde donde se ven ¡Muchas casas colgadas!. La vista es extraordinaria, de las mejores del mundo. El Parador es el antiguo convento de San Pablo , de los Dominicos, del siglo XVI, 
























y al lado de este está la iglesia de San Pablo  ahora la sede del Museo de la fundación Gustavo Torner, la colección es una maravilla moderna entre bóvedas de nervios.




































Pasamos el resto de la tarde en casa de Salvador y nos preparamos para el día siguiente, nos esperan Segóbriga, Uclés , Tarancón y Huete, el oeste de la provincia.










Fotografías antiguas de Cuenca facilitadas por Salvador.




Textos: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa

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