sábado, 10 de noviembre de 2018

A través de Portugal y su Nacional 2: Pinhao y Peso da Régua (III)


Después de comer pusimos rumbo hacia Pinhao por dos razones, la primera porque queríamos ver las laderas junto al río Duero con las terrazas de viñas que con sus uvas darán lugar al afamado vino de Oporto y por otro lado porque queríamos navegar por el río en una de las embarcaciones que salen de Pinhao.

Suerte tuvimos y pudimos cumplir sobradamente ambas y aquí os dejamos las muestras fotográficas tanto de las laderas de los montes con la infinidad de líneas formadas por las vides como del paseo en barco con la perspectiva a ras de agua de la misma zona.






A lo lejos divisamos Pinhao a la orilla del Douro.
















Una vez que llegamos a Pinhao nos dirigimos al puerto fluvial donde numerosas compañías te ofrecen los paseos en barco de 1 ó dos horas, contratamos una de ellas que por 10 € por persona pudimos durante una hora ir observando las viñas, bodegas e industrias diversas al lado del río.











El embarcadero estaba junto al The Vintage House Hotel, Douro, hotel de cinco estrellas ubicado en un antiguo edificio de una finca vinícola del siglo XVIII.






Diversos son los barcos que hacen estos paseos turísticos, tanto en forma como en tamaño, aunque muchos de ellos son copias de los que antaño llevaban los barriles del vino u otras mercancías río abajo hasta Oporto.









La luz del atardecer iba dado formas, volúmenes y colores a la vegetación de las laderas, especialmente a las viñas y olivos en ellas cultivados.









































Tras terminar nuestro paseo en barco por el río recogimos el coche y nos trasladamos a la ciudad de Peso da Régua, perteneciente al distrito de Vila Real en la Región Norte, que era el lugar elegido para pasar la noche, capital del vino y de las viñas en el centro de la región vinícola de Oporto, desde donde íbamos a iniciar nuestra ruta por la Nacional 2 portuguesa.



Llegamos a nuestro hotel "Original Douro Hotel" en la Rua dos Camilos, una antigua casona rehabilitada con mucho gusto en la calle principal de la ciudad, lástima que el decorador no pusiese un armario o lugares donde poner las cosas, ni en la habitación ni en el baño, porque la casa-hotel es una preciosidad. Nuestra habitación además contaba con una terraza con vistas al río.








La foto anterior pertenece a la página web del hotel y en ella se aprecia la planta baja con la recepción, estar con expositor de vinos y otros productos y lugar para el desayuno.


Tuvimos la suerte de encontrar un lugar para aparcar el coche en la misma calle y tras colocar el tiket, dejar el equipaje en el hotel y hacer una pequeña compra de fruta en un supermercado cercano nos dispusimos a dar un paseo por la ciudad.

Había alguna franquicia entre los comercios y algunos modernos pero a la par fuimos encontrando otros anclados 40 ó 50 años atrás con el sabor y recuerdos que nos suscitaron.


Un poco más abajo se encontraba la Capela del Senhor o do Cruzeiro por el crucero que hay en la plazoleta delante de la puerta principal. Por una puerta lateral pudimos entrar y admirar su interior mientras unos feligreses adoraban al Santísimo.



Como era día 31 de octubre en Portugal también ha llegado la fiesta irlandesa-americana de Halloween y al acercarnos a la biblioteca pública, ubicada en un magnífico edificio nos encontramos con calabazas, brujas y fantasmas.







La parte posterior de la biblioteca está iluminada para destacar tan hermoso edificio.


Al llegar junto al muelle en el río coincidimos con la llegada de uno de los cruceros que hacer la travesía desde Oporto a Peso da Régua a través del río Douro y salvando uno o dos desniveles por el camino con sus correspondientes esclusas.



Tienda de tejidos, vendidos por metros, que tanto me recordó la tienda de mi prima María Antonia en los años 60 donde tan buenos ratos pasé. Aquí se detuvo el tiempo.


Buscamos la Alameda dos Capitães y nos encontramos con una bonita plaza llena de césped y un jardín infantil al inicio y con el Auditorio Municipal al final de la misma con sala para 300 personas, un parking subterráneo, cafetería, sala de exposiciones... con unas bonitas vistas sobre la ciudad y el río, un acierto de urbanización de este espacio que antes estaba muy degradado.




Justo detrás de nuestro hotel pasaba la línea férrea y la estación se encontraba en las proximidades.



¿Y por qué habíamos llegado a Peso da Régua? Pues porque era el lugar más cercano de la Nacional 2 portuguesa entrando desde España por Zamora viniendo de Valladolid.

¿Y qué es la Nacional 2? Pues es una especie de recorrido turístico alentado por el estado portugués siguiendo la Nacional 2 que recorre de norte a sur el país luso por su centro geográfico.

Nios ha costado trabajo recorrerlo porque hay tramos desaparecidos, otros con el asfalto en mal estado , otros superpuestos con carreteras más modernas y con otra denominación, pero la mayor parte de nuestro objetivo lo hemos conseguido y era atravesar Portugal por carreteras antiguas, fuera de autopistas y  autovías de peaje, carreteras que pasan por los pueblos y ciudades, otra forma ya casi desaparecida de recorrer lugares y donde hemos aprovechado para parar en aquello lugares o poblaciones que sin información previa nos han parecido interesantes y aquí os lo contamos.

Conseguimos hasta un carnet, al estilo del Camino de Santiago, con las distintas etapas de esta aventura que en las próximas entregas os terminaremos de contar.






A la mañana siguiente nos despediríamos de esta región de los famosos vinos de Oporto y empezaríamos la parte de la Nacional 2 que íbamos a recorrer.



No hay comentarios: