30 de julio 2012 Llegada a Opatija (Croacia)
La palabra Opatija significa abadía, la ciudad se creó partiendo de una abadía y después ya en el siglo XIX, palacios, villas, hoteles… actualmente es muy turístico y caro. Era un lugar para curarse de las enfermedades pulmonares. Se sitúa a lo largo de varios kilómetros sobre la escarpada costa rodeada de vegetación. El hotel se llama Bristol, es un edificio histórico muy bonito con un comedor con arañas de cristal relucientes, está en la calle principal enfrente de un parque sobre el mar, el parque perteneció a la villa Angiolina.
Después de colocar las cosas en la habitación que es el ático y tiene vistas al mar vamos a ver si hay playa, pero que va, hay escalerillas, trampolines o rampas de cemento y hala, ya está. Sobre el cemento colocan tumbonas y sombrillas y así en cada zona, el paseo sobre el mar va haciendo eses sobre el acantilado y las plataformas para el baño igual, el paseo está excavado sobre la roca en algunos tramos y todo el rato vas pegada al mar. Nos recuerda a la costa Azul, muchas villas imponentes decimonónicas o de principios del XX, las tiendas elegantes y los precios en consonancia.
Damos un paseo hacia la derecha saliendo del hotel y nos quedará para mañana el otro lado. En el paseo hay muchas terrazas, algunas directamente sobre el mar como en Mikonos, en lo que llaman la pequeña Venecia, prácticamente te vas salpicando. En un puesto donde venden cuadros nos dicen dobre dan, le contesto dobre dan y a continuación nos habla en croata, se ve que lo he dicho lo suficientemente bien. Enfrente vemos la isla de Krk y un poquito de la de Cres. Cuando vinimos en el 85 pasamos por aquí, pero no paramos sino que continuamos para llegar a Rijeka cuanto antes y pasar a Trieste, quizá paráramos en Crikvenica.
Texto: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa
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