2 de Marzo miércoles. El Calafate.
Los glaciares Upsala y Spegazzini.
Vamos
con otra guía a ver los glaciares Upsala y Spegazzini. Salimos temprano y en
autobús llegamos a Punta Bandera que está en el norte de la península de
Magallanes porque vamos a hacer el brazo norte del Lago Argentino en barco. En
el catamarán navegaremos por el canal Upsala del glaciar Upsala y después el
brazo Spegazzini del glaciar del mismo nombre.
Es un
recorrido que durará hasta la tarde. De norte a sur están el glaciar Viedma,
luego el Upsala y el Spegazzini.
Los
témpanos son más grandes que el barco y algunos de un azul fulgurante, otros
amarronados porque el hielo está sucio de materiales. Los primeros témpanos
están en el brazo Upsala antes de llegar al glaciar que sufre un retroceso de
unos cientos de metros al año. Algunas masas de hielo no tocan el lago y se
llaman glaciares colgantes. Después de un rato se ve la lengua del glaciar que
termina a mitad de la ladera. Hace un día fantástico, aunque en el exterior no
hace calor, el sol brilla y se puede aguantar perfectamente en el exterior del
catamarán.
Seguimos
navegando y ya nos encontramos enfrente del glaciar Spegazzini y hay témpanos
flotando, en las laderas mucha vegetación de ñires, lengas y guindos, nos dicen
que al ser nothofagus, estos árboles cambian de color en otoño, debe de ser un
espectáculo deslumbrante.
El frente del glaciar tiene a la derecha bosque, por encima hielo y una montaña en el centro de morrenas de tonos oscuros. El frente de hielo que toca el lago tiene bastante altura. Hay témpanos por todas partes. Este glaciar está estable. En su lado izquierdo se ven morrenas pero en el centro y a la derecha el hielo toca el lago y se producen derrumbes. El colorido es de otro mundo y la atmósfera está limpia, este paisaje emociona y sobrepasa el ánimo.
Regresamos a Punta Bandera por la tarde y nos quedamos en el centro de El Calafate para dar un paseo por la avenida de arriba a abajo. Nos topamos con una iglesia católica dedicada a Santa Teresita, pequeña, moderna, rodeada de un jardín y con un Sagrario a la izquierda todo de cristales y unos cuantos bancos para rezar desde los que solo se ve el jardín. Es una preciosidad.
Probamos
los helados de calafate en una chocolatería heladería que tiene muchos
clientes, hace calor, por lo visto la semana pasada llovió pero nosotros
estamos teniendo un tiempo excelente.
Atravesamos un parque donde hay un
monumento a Cristina Fernández de Kichner,
y al lado un auditorio costosísimo inaugurado por esta señora y que se
usa una vez al año. Parece ser que aquí tienen una casa y un hotel los Kichner
y que Cristina Fernández pasa grandes
temporadas.
Vamos a la Anónima a comprar comida para mañana, que estaremos de
aeropuertos, y pasamos por una librería muy completa que se llama Boutique del
Libro. Yo quiero algún libro sobre Patagonia y un mapa de detalle. Antes
habíamos estado en otra tienda pero los libros eran carísimos, ya rozando la
tomadura de pelo. Aquí encuentro un libro que se llama "A través de la
Patagonia" escrito por una dama británica entre 1878 y 1879 llamada
Florence Caroline Dixie, que debe tener cierto parecido con el de la británica
que viajó en mula por Sierra Mágina en los años 60 del siglo XX.
También
he encontrado el mapa que buscaba de la Patagonia chilena y argentina.
En la
habitación del hotel no hay aire acondicionado, cosa lógica, pero no se puede
abrir la ventana y la habitación tiene una temperatura demasiado alta. Miguel
avisa y viene un operario de mantenimiento que consigue abrirla y todo
solucionado.
El
Calafate nos ha gustado, tienen muchas cosas por hacer desde mi punto de vista, porque
ha crecido demasiado rápido y lo ha
hecho de una forma un tanto caótica, pero tiene su encanto.
Texto: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa
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