Martes 1 de Marzo de 2016 El
Calafate (Argentina). El Glaciar Perito Moreno
No
tenemos que madrugar demasiado. A las 9 salimos para el Parque de los Glaciares,
hoy para ver el Perito Moreno. Nos recogen en un microbús, la guía se llama
Guadalupe y empezamos a recoger a otras personas en los distintos hoteles. Mientras tanto
Guadalupe nos pregunta de dónde somos y comenta que su abuelo nació en Asturias,
entonces yo le pregunto que donde nació y mi sorpresa es mayúscula cuando me
dice: En Castropol. ¡En Castropol!¡ Pero si está apenas a 8 Km de mi pueblo,
Vegadeo, en la ría del Eo! Es increíble, la vida tiene coincidencias geniales.
Me dice además que va a ir a Asturias en Abril con su padre y su abuelo para
conocer sus orígenes, su padre no ha estado nunca en España.
Una vez
que recogemos a todo el mundo vamos saliendo de El Calafate por el paseo que da
a la laguna y al lago y que se llama Bahía Redonda .Más adelante paramos para
ver la parte más ancha del lago Argentino al oeste de la ciudad y nos dirigimos
hacia la península de Magallanes. Aquí aparece el bosque andino patagónico
magallánico que ocupa en Argentina desde Bariloche hasta Ushuaia conocido como
nothofagus con las tres especies predominantes, los ñires, las lengas y los
coihués. Al este está la estepa.
Entramos
en el Parque Nacional de los Glaciares y desde una zona alta donde paramos, se
ve el glaciar Perito Moreno en la parte que da al brazo más estrecho. Los
barcos que están delante en el lago se ven pequeñísimos, eso quiere decir que
estamos a mucha distancia y a pesar de eso lo vemos gigantesco.
Bajamos a la
orilla del lago para subir al barco y
hay un cartel que pone distancias a capitales del mundo. Aparece Madrid, a
12.000 Km.
Desde el
barco que se va acercando al frente del glaciar, lo que veo es una enorme pared
de hielo blanco con refulgentes reflejos
azules, de un azul muy puro e imposible de imitar. El hecho de que se produzcan
los reflejos se debe a que el hielo absorbe todos los colores excepto el azul.
El paseo
es muy bonito pero lo mejor viene ahora, cuando desde tierra nos vamos a las
pasarelas para andar enfrente de él, en su lado izquierdo y en su lado derecho.
Es el único glaciar que tiene esa posibilidad de verlo tan de cerca. También se
puede andar sobre él con crampones de hielo, de hecho hay un grupo de
minúsculas figuritas que están ya encima en un lateral.
Se
pueden hacer tres recorridos por las pasarelas que en total pueden ser unos 6
Kilómetros, eso sí, el recorrido que va todo el tiempo bajando te deja las
piernas dormidas de tantos escalones, pero merece la pena.
Lo mejor
es el ruido que hace el hielo, es como si fuera una sucesión de truenos que se
van extendiendo y de repente oyes y ves como se desprenden témpanos que caen
sobre el lago. Como nos quedamos un rato en el mismo sitio percibimos los
fragmentos de distintos tamaños que se desmoronan, y también como se forman
arcos desde abajo.
Este
glaciar es de una belleza difícil de describir y sumamente emocionante. Está
enmarcado por vegetación y el verde contrasta con el hielo y el agua del lago,
lo que lo hace bellísimo.
Ahora
mismo ya ha llegado a tocar tierra el hielo y ha cerrado el lago dividiéndolo en
dos brazos, uno se llama el Brazo Rico y el otro el Canal de los Témpanos.
Cuando ocurre esto uno de los brazos no recibe aporte de agua y el otro sí,
entonces se desnivela y el agua va empujando y derritiendo el hielo por abajo
en la parte que toca tierra hasta que hace un gran arco de hielo que al final
se derrumba y se vuelve a abrir la comunicación del lago. Este fenómeno le
llaman la rotura o el derrumbe y suele suceder cada 4, 5 o 6 años. Nos dice
Guadalupe que puede ocurrir en cualquier momento antes de que se acabe el verano. El hecho es
que 9 días después ocurrió ante 2.000 turistas y retransmitido por televisión e
internet a todo el mundo.
El
Perito Moreno tiene unas dimensiones increíbles, con un frente de 5 Kilómetros
y 60 metros de altura, es muy profundo hacia la cabecera y tiene montañas como
el cerro Gardener de 2400 metros, el Teniente Feilberg de 2510 m o el Pietrobelli de 2950 m . Lo que nosotros
contemplamos es una parte muy pequeña, la que avanza hacia el lago. El Perito
Moreno mantiene su volumen de hielo, ni retrocede ni avanza, mientras que el
Viedma y el Upsala que son todavía más extensos, están retrocediendo, no así el
Spegazzini que parece que avanza.
Hemos
estado tres horas contemplándolo y nos da pena despedirnos de él. Volvemos a El
Calafate y en una media hora estamos allí. Nos bajamos en el centro, compramos unas cosas y volvemos al hotel.
Mañana vemos el resto de glaciares.
Texto: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa
1 comentario:
Espectacular! Todo, el paisaje, los momentos, las fotos. Gracias Miguel.
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