martes, 12 de abril de 2016

Viaje al sur del sur (Argentina y Chile) (VIII) El Calafate (Argentina). El Glaciar Perito Moreno



Martes 1 de Marzo de 2016 El Calafate (Argentina). El Glaciar Perito Moreno

No tenemos que madrugar demasiado. A las 9 salimos para el Parque de los Glaciares, hoy para ver el Perito Moreno. Nos recogen en un microbús, la guía se llama Guadalupe y empezamos a recoger a otras personas  en los distintos hoteles. Mientras tanto Guadalupe nos pregunta de dónde somos y comenta que su abuelo nació en Asturias, entonces yo le pregunto que donde nació y mi sorpresa es mayúscula cuando me dice: En Castropol. ¡En Castropol!¡ Pero si está apenas a 8 Km de mi pueblo, Vegadeo, en la ría del Eo! Es increíble, la vida tiene coincidencias geniales. Me dice además que va a ir a Asturias en Abril con su padre y su abuelo para conocer sus orígenes, su padre no ha estado nunca en España.






Una vez que recogemos a todo el mundo vamos saliendo de El Calafate por el paseo que da a la laguna y al lago y que se llama Bahía Redonda .Más adelante paramos para ver la parte más ancha del lago Argentino al oeste de la ciudad y nos dirigimos hacia la península de Magallanes. Aquí aparece el bosque andino patagónico magallánico que ocupa en Argentina desde Bariloche hasta Ushuaia conocido como nothofagus con las tres especies predominantes, los ñires, las lengas y los coihués. Al este está la estepa.










Entramos en el Parque Nacional de los Glaciares y desde una zona alta donde paramos, se ve el glaciar Perito Moreno en la parte que da al brazo más estrecho. Los barcos que están delante en el lago se ven pequeñísimos, eso quiere decir que estamos a mucha distancia y a pesar de eso lo vemos gigantesco. 









Bajamos a la orilla del lago  para subir al barco y hay un cartel que pone distancias a capitales del mundo. Aparece Madrid, a 12.000 Km.

Desde el barco que se va acercando al frente del glaciar, lo que veo es una enorme pared de hielo  blanco con refulgentes reflejos azules, de un azul muy puro e imposible de imitar. El hecho de que se produzcan los reflejos se debe a que el hielo absorbe todos los colores excepto el azul.






































El paseo es muy bonito pero lo mejor viene ahora, cuando desde tierra nos vamos a las pasarelas para andar enfrente de él, en su lado izquierdo y en su lado derecho. Es el único glaciar que tiene esa posibilidad de verlo tan de cerca. También se puede andar sobre él con crampones de hielo, de hecho hay un grupo de minúsculas figuritas que están ya encima en un lateral.





Se pueden hacer tres recorridos por las pasarelas que en total pueden ser unos 6 Kilómetros, eso sí, el recorrido que va todo el tiempo bajando te deja las piernas dormidas de tantos escalones, pero merece la pena.









Lo mejor es el ruido que hace el hielo, es como si fuera una sucesión de truenos que se van extendiendo y de repente oyes y ves como se desprenden témpanos que caen sobre el lago. Como nos quedamos un rato en el mismo sitio percibimos los fragmentos de distintos tamaños que se desmoronan, y también como se forman arcos desde abajo.







Este glaciar es de una belleza difícil de describir y sumamente emocionante. Está enmarcado por vegetación y el verde contrasta con el hielo y el agua del lago, lo que lo hace bellísimo.




Ahora mismo ya ha llegado a tocar tierra el hielo y ha cerrado el lago dividiéndolo en dos brazos, uno se llama el Brazo Rico y el otro el Canal de los Témpanos. Cuando ocurre esto uno de los brazos no recibe aporte de agua y el otro sí, entonces se desnivela y el agua va empujando y derritiendo el hielo por abajo en la parte que toca tierra hasta que hace un gran arco de hielo que al final se derrumba y se vuelve a abrir la comunicación del lago. Este fenómeno le llaman la rotura o el derrumbe y suele suceder cada 4, 5 o 6 años. Nos dice Guadalupe que puede ocurrir en cualquier momento  antes de que se acabe el verano. El hecho es que 9 días después ocurrió ante 2.000 turistas y retransmitido por televisión e internet a todo el mundo.











El Perito Moreno tiene unas dimensiones increíbles, con un frente de 5 Kilómetros y 60 metros de altura, es muy profundo hacia la cabecera y tiene montañas como el cerro Gardener de 2400 metros, el Teniente Feilberg de 2510 m  o el Pietrobelli de 2950 m . Lo que nosotros contemplamos es una parte muy pequeña, la que avanza hacia el lago. El Perito Moreno mantiene su volumen de hielo, ni retrocede ni avanza, mientras que el Viedma y el Upsala que son todavía más extensos, están retrocediendo, no así el Spegazzini que parece que avanza.







Hemos estado tres horas contemplándolo y nos da pena despedirnos de él. Volvemos a El Calafate y en una media hora estamos allí. Nos bajamos en el centro,  compramos unas cosas y volvemos al hotel. Mañana vemos el resto de glaciares.



























Texto: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa

1 comentario:

caluad dijo...

Espectacular! Todo, el paisaje, los momentos, las fotos. Gracias Miguel.