Temprano
nos recoge el autobús que nos lleva hasta Puerto Pañuelo, recorriendo la parte
del lago que habíamos hecho ayer, y en Puerto Pañuelo nos subimos a un barco
que se llama Victoria Andina y navegamos en el lago Nahuel Huapi dentro del
Parque Nacional del mismo nombre. Navegaremos una hora dentro del brazo Blest.
En la
parte argentina la vegetación es menos frondosa que en la parte chilena porque
no le llega la influencia pacífica. Por aquí el agua está muy oscura y se
forman olas, las montañas están iluminadas por la luz del sol, es un juego de
luces y sombras por las nubes que están muy bajas. En las orillas árboles, más
arriba prado y rocas Pasamos por delante de la isla donde está enterrado
Francisco Pascasio Moreno, el perito Moreno, el padre de los parques nacionales
argentinos, el barco toca la bocina tres veces como saludo y en la isla ondea
una bandera argentina.
De lado
a lado del brazo Blest se ha formado un arco iris precioso, este brazo del lago
es muy estrecho pero muy profundo, unos 400 metros, está lloviendo en el
exterior y hace frío y un poco de viento. Dibujo en el cuaderno lo que veo en
una orilla que son cuatro montañas que se van yuxtaponiendo, se percibe la
nieve y cascadas de agua que desembocan en el lago como en un fiordo noruego,
este lago fue un profundo glaciar.
Llegamos
a Puerto Blest , desembarcamos y nos tomamos un café en el hotel con una vista
del lago muy bonita. Puerto Blest es solo el hotel y el embarcadero. Esperamos
un autobús que nos lleva tres km siguiendo el río Frías por una senda entre
selva hasta Puerto Alegre donde tomamos otro barco por el lago Frías hasta
llegar al lado chileno.
El
bosque es de árboles autóctonos, se le conoce como bosque valdiviano y ocupa
una gran extensión entre el paralelo 37º S y 48º S, es un bosque aislado al
norte por el desierto de Atacama y al Este por los Andes y por tanto tiene
muchas especies endémicas, que dan lugar a un bosque oscuro y denso. Se le
llama bosque valdiviano (es más correcto que selva) y es un bosque templado
lluvioso. Vemos palosantos, arrayanes, alerces, una especie de bambú, musgos y
lianas, avellanos, coihués, lumas, murtas, notros y tineos.
Vamos
subiendo y ya alcanzamos los 700 metros de altitud en el paso de los Andes y
llegamos al lago Frías que es de color verde porque tiene mucha cantidad de
azufre, azufre que viene del monte Tronador que tiene origen volcánico. Ya en
esta zona limítrofe con Chile la humedad es mayor y se nota en los árboles y en
la selva que es más variada y más cerrada.
El lago
Frías es pequeño y en 20 minutos estamos en Puerto Frías y cambiamos de guía,
ahora es un chileno y se llama Rodrigo. A este recorrido le llaman el Cruce
Andino.
En
Puerto Frías hacemos el trámite de aduanas para salir de Argentina y un autobús
nos lleva hasta la frontera chilena a 26 km en Peulla, donde hay que parar.
Afuera sigue lloviendo.
Estamos
en Chile, en la región de los lagos, es la X región, la región del salmón.
Todos los lagos tienen origen glaciar y es un área más baja que la Argentina,
Puerto Varas que es nuestro destino final de hoy está a 50 metros sobre el
nivel del mar, Peulla a 150. Esta región como toda Chile es muy sísmica porque
se encuentra en la zona de contacto entre la Placa de Nazca y la Placa
Sudamericana y por lo tanto también hay volcanes, bastantes de ellos activos,
aquí concretamente hay dos activos entre Peulla y Puerto Varas. Todo esto forma
parte del Parque Nacional de Vicente Pérez Rosales. El conjunto de los 4
parques nacionales ocupa un millón de hectáreas.
Los
arrayanes son árboles de tronco liso y corteza roja. Estamos a los pies del
Monte Tronador que tiene 3554 metros de altitud y al poco rato llegamos a
Peulla, allí nos hacen pasar un control de pasaporte y luego revisamos las
maletas porque no se puede pasar ni vegetales, ni frutas ni carne a Chile para
defender la fauna autóctona y prevenir las especies invasoras.
Peulla
es un valle andino que está mucho más bajo que la parte argentina. Cuando
hayamos pasado el Lago de Todos los Santos habremos atravesado los Andes. El
lago de Todos los Santos fue descubierto en 1626 por los Padres Jesuitas
españoles el día de Todos los Santos, es un lago de aguas verdes que también se
le llama lago Esmeralda por el color de sus aguas.
Comemos
en un restaurante en Peulla. Yo merluza
austral con verduritas, entre ellas palmitos muy hermosos y Miguel salmón, lo
hacemos en compañía de una pareja de colombianos muy simpática y después vamos
andando media hora por un camino que atraviesa el pueblecito hasta el
embarcadero. En el recorrido veo plantas de las que se dan muy bien en Vegadeo,
mi pueblo natal, en Asturias, son hortensias, unas florecillas rojas que no sé
como se llaman, fucsias, manzanos y
castaños. Esto se explica porque el clima es oceánico. En un momento
determinado atravesamos un río y me
recuerda a Piantón, con el río Suarón incluido.
Nos
subimos al barco para navegar por el lago. Las familias que viven aquí en el
Parque Nacional para trasladarse usan el catamarán y unos barcas que los
acercan al catamarán porque aquí no hay carreteras. En total hay 180 familias
que ya vivían aquí antes de que se declarase Parque Nacional y se les dejó quedarse pero sin aumentar la
propiedad. En este momento una barca se acerca al catamarán, recoge a dos
personas, les ponen el chaleco salva vidas y se van con ellas. Este catamarán
se llama Lagos Andinos y la travesía dura 1 hora 35 minutos para llegar a
Petrohué, ver los saltos del río Petrohué y desde allí coger un bus hasta
Puerto Varas.
El
volcán Osorno da lugar a los saltos del río Petrohué que se desliza entre
basaltos. Tenemos una media hora para verlo. Miguel le pregunta al guía Rodrigo
si puede dejar la mochila en el bus porque está cansado de llevarla todo el día
a cuestas, y este le dice que sí. Nos bajamos y empezamos el paseo.
El contraste del negro de basalto con el
blanco puro del agua de los saltos y el
verde claro del agua del río es extraordinario, al fondo el volcán coronado de
nieve forman un paisaje tan hermoso que emociona. Los saltos son todos muy
distintos, algunos muy estrechos, con una textura de basalto granulada y muy
brillante. En el lecho del río los cantos rodados son enormes, unos con formas
ondulantes muy llamativas y además y por si fuera poco, la vegetación es muy
densa de tepu y ulmos.
Nos
subimos de nuevo al bus y vamos bordeando el lago Llanquihué que es muy
extenso. En los alrededores de Puerto Varas la cultura es alemana incluyendo la
isla de Chiloé donde se encuentran restos de la primera ciudad ocupada por los
españoles en 1500 llamada Castro. Por todas partes se ven cenizas volcánicas de
la última erupción del volcán Calbuco que es un cono de 2003 metros. Como he
dicho Llanquihué es un enorme lago y en sus orillas hay bastantes masas de
eucaliptos y cabañas para turistas en un entorno llano, con prados y granjas y
casitas de madera de colores e iglesias chiquitas de estilo alemán con
campanarios puntiagudos.
Por fin
llegamos a Puerto Varas a las 8 de la tarde. La ciudad se extiende a lo largo
de una bahía que forma el lago en su parte sur. Tiene una calle principal y una
plaza, un casino y playas en el lago. Nuestro
hotel Cabaña del Lago es todo de madera con vistas al lago. Estamos muy
cansados, cenamos en el hotel contemplando el lago. El servicio es muy lento,
cuando terminamos ya son las 10 y media y no salimos.
Al llegar al hotel Miguel se da cuenta de que le faltan 200 euros de 500 que llevaba bien guardados en la mochila, esto lógicamente no nos sienta nada bien y pensamos ir al día siguiente a la agencia para notificarlo aunque solo podamos hacer eso, pues es imposible saber que pasó.
Al llegar al hotel Miguel se da cuenta de que le faltan 200 euros de 500 que llevaba bien guardados en la mochila, esto lógicamente no nos sienta nada bien y pensamos ir al día siguiente a la agencia para notificarlo aunque solo podamos hacer eso, pues es imposible saber que pasó.
Texto: Ximena Prieto
Fotografías: Miguel Roa
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