"Nos vamos de Franconia hacia Dresden, entramos en otro territorio, en el del río Elba, de camino a Dresden vamos a ver una película que se llama “En algún lugar de África”, es una familia judía que huye de Alemania y vive en Kenia hasta el fin de la guerra, el padre es abogado y después de la guerra quiere volver a Alemania, su padre y sus suegros son asesinados, y la película plantea por un lado el holocausto, pero también el papel de las colonias británicas en la guerra, los dramas humanos que surgen y el hecho del racismo y lo contrario. Es muy interesante. Saliendo de Nuremberg veo una calle que se llama Yisak Rabin, lo que es la historia.
Nos dirigimos hacia el Estado federal de Sajonia, en alemán Sachsen, el total de Bundeslander es de 17, (11 del oeste y 5 del este) las dos ciudades más importantes de Sajonia son Leipzig y Dresden, hoy ha cambiado el tiempo, está lloviendo, nos bajamos un momento del autobús en una gasolinera y para ir al servicio hay que sacar un ticket como en el metro.
Llegamos a Dresden, sigue lloviendo y mientras viene la guía local la esperamos en un café que es un edificio historicista con aspecto de palacio veneciano y decoración del mismo tipo que se llama el café de Italia porque en el XVIII llegaron muchos artistas italianos para trabajar en la ciudad y vivían aquí.
Dresden nace en el siglo IV como una aldea de transportistas de madera, luego se convirtió en un margraviato y tuvo su príncipe elector. El príncipe elector después de la reforma protestante conquistó Polonia y se convirtió al catolicismo, por eso hay una catedral católica, en contra del pueblo, que era protestante. La guía es muy jovencita, estudiante aquí en Desde y se llama Lena. Desde el café de Italia que está enfrente, nos vamos a la plaza monumental, tiene un museo en el que está la famosa madonna Sixtina de Rafael, la ópera, el palacio y la catedral. La Ópera tiene una cuadriga con panteras, parece que puede tener que ver con un pique que había con Prusia, las puertas de Brandenburgo tienen una victoria con caballos, y así exponen su carácter militar mientras que esta cuadriga de panteras que puede tener que ver con el dios Dionisos representa la cultura. A continuación hay otra plaza que está detrás del museo de pintura, esta plaza la construye Federico Augusto en un estilo casi rococó con un urbanismo muy barroco, se usaba para celebraciones del pueblo, por ejemplo carruseles que representaban los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego. Todo este conjunto fue reconstruido hace 60 años.
Al salir de la plaza la guía nos señala un edificio de estilo comunista que era la casa de la cultura “oficial”, es decir la única cultura, y lo han conservado como parte de la historia, ahora es una biblioteca.
A Federico Augusto le llamaban el débil y se casó con una princesa de Austria, Mª Josefa, este hombre era mucho mejor que su padre, el fuerte.
Nos fijamos en el palacio, su origen es del siglo XIII, era un castillo pequeño, en el XV construyeron un palacio, una fortaleza y un burgo protegido, en el XVI ampliaron el palacio, el actual es de fines del XIX.
Es de estilo neorrenacimiento y vemos como hay un patio interior que queda del estilo original. En el exterior hay una enorme pared en azulejos de Sajonia que cuenta la historia y son los retratos de todos los príncipes y gobernantes, en los bombardeos no le pasó nada, es una maravilla, en tonos grises y blancos. El tal Federico Augusto tuvo una amante a la que le construyó un pequeño palacio a dos pasos del suyo y ahora es un hotel, parece que el rollo le duró bastante pero la susodicha cayó en desgracia porque era del tipo Pompadour.
Estamos en la plaza del mercado nuevo y aquí está la iglesia dedicada a la virgen, antes fue el lugar donde se asentaron los primeros habitantes de Dresden, estaba fuera de la fortaleza. Cuando esta zona fue incluida en la muralla sus habitantes que eran artesanos, se fueron y la zona fue habitada con gente de mayor poder adquisitivo. La iglesia de la virgen es del XVIII pero es protestante, tiene una cúpula de piedra y es la única que existe en el norte de Europa, tiene planta central para adaptarse al espacio que había, está recién reconstruida, en 2005. La cúpula está hecha por un artesano británico, hijo del soldado que bombardeó la iglesia en el 44.
Ahora vamos a la parte de los museos que eran un palacio de un noble, sobre el río Elba, delante tenemos unos jardines, detrás los palacios y abajo el Elba, un panorama precioso, en la otra orilla hay dos edificios históricos. En este momento termina la visita y nos dejan un ratito libre. Miguel y yo vamos a la tienda de la porcelana de Meissen, que es la casa más famosa de estas porcelanas de Dresde famosísimas, tienen una exposición fantástica, los precios prohibitivos, al final en la tienda de al lado compro una taza de Turingia bastante mona, pero claro muy distinta a las de Dresde.
Vamos a comer a una cervecería muy bonita que conserva un enorme alambique de cuando fabricaban cerveza, incluso al lado de la barra tienen los mandos para manejar el alambique. Después de comer salimos ya para Berlín."
Texto: Ximena Prieto
1 comentario:
A pesar de ser una de las ciudades más castigadas durante la segunda guerra, sus monumentos son maravillosos, las fotos y comentarios fantásticos
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