"Por la tarde en nuestro tiempo libre visitaremos las iglesias, parece ser que las vidrieras son auténticas porque las quitaron antes del bombardeo.
La casa de Alberto Durero está en la plaza de Alberto Durero, la casa es el museo, tiene tres plantas y buhardilla, con entramado de madera, tiene los vidrios de las ventanas de tipo gótico y el interior es como un interior flamenco pintado por Van Eyck, en la plaza hay una liebre de bronce que es un homenaje a la de Durero, pero en monstruoso, porque hace una crítica del maltrato a los animales, un poco más abajo está la iglesia de San Sebaldo, y en un lateral un edificio con un púlpito anexo. En la parte del ábside de la iglesia hay un relieve exterior del XVI. Cerca el ayuntamiento, de 1600 y bordeándolo estamos en la plaza del mercado, muy amplia, con puestos de fruta y una fuente gótica hermosísima.
De aquí vamos al hotel para dejar las cosas y volvemos a salir inmediatamente. El hotel Maritim está justo enfrente de una de las puertas de entrada a la muralla y al lado de la estación del tren, atravesamos la calle y entramos en la muralla y en las casitas de los artesanos, son tiendas y restaurantes, como de cuento, hacemos un recorrido por la calle Luitpold, atención al nombre: Pfannenschmiedgasse, Koning, el puente Museum, la iglesia de San Lorenzo, la de San Sebaldo, la de Santa María que es la católica, la plaza del ayuntamiento, la isla donde está el puente del verdugo, esto sobre todo es delicioso, un lugar precioso y tranquilo, luego vamos a la torre Weisser, vemos la fuente que explica las fases del matrimonio en alegorías, es divertida, luego a la iglesia de Santiago, está cerrada pero se puede ver desde el atrio, después un poco de tiendas, fruta y al hotel.
No teníamos grandes expectativas para esta ciudad y ha resultado ser muy bonita y agradable y el hotel estupendo. Mañana vamos a Dresden y dormiremos en Berlín."
Texto: Ximena Prieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario